Cartú, el artista mexicano que se colocó en las esferas del arte. El joven que en 2010, mientras vivía en París, experimentó el manejo de la cerámica, sin imaginar que una década después sería exitoso.
Por Cecilia Morales Andere @cecimorales00
“A la UNAM le debo toda mi carrera, ahí aprendí a ver las cosas desde otra perspectiva y me dediqué a explorar la intersección entre las diferentes disciplinas creativas”. Cartú ha pasado incontables horas –en diversos países del mundo– aprendiendo, moldeando y perfeccionando sus técnicas, ahora en Nueva York, ciudad en la que reside gran parte del año y que ya forma parte de su lenguaje artístico. Cartú, el artista mexicano que se colocó en las esferas del arte. El trabajo del artista es multidisciplinario y podemos dividir su trayectoria en capítulos. En ocasiones se dedica a la arquitectura, algunas otras a la escultura, dibujo, fotografía y pintura. Para él, su obra es completamente autobiográfica, “todo lo que hago viene de las cosas que vivo, los lugares que visito, así como la gente y las culturas que pasan por mi historia, todo eso que entra a mi cuerpo por los sentidos después se proyecta en mi trabajo artístico”.
Su pieza más significativa la presentó en la exposición de tesis de la Universidad Parsons en París. Es una cabeza que reprodujo en mantequilla y que arrastró por los muros de la galería para borrar la mitad del rostro. Un autorretrato con el que pudo sintetizar las dos partes fundamentales de su obra: los materiales y las emociones. “El primer significado que tengo de la mantequilla es el recuerdo de despertar en la casa de mi abuela con el olor a hot cakes cuando era muy pequeño, y el segundo, cuando ella ya no pudo reconocer mi cara a raíz de la vejez”, comenta Cartú. Entrevista completa en edición impresa y digital CARAS MARZO