A 10 años de su apertura, Eugenio López, el coleccionista de arte contemporáneo y Presidente de la Fundación Jumex, nos abre las puertas de su casa para platicarnos sobre los retos y logros que han conllevado hacer un recinto de esta magnitud, de cómo ha contribuido el museo en el panorama del arte contemporáneo en México y sobre las satisfacciones que le ha dado en su vida, el haber creado este recinto.
“Hace más de 25 años, yo no conocía nada de esto. El tema del arte fue algo que me fascinó y fui aprendiendo en el camino. Y entendí que era algo que se tenía que tomar muy en serio”, nos dice Eugenio desde la biblioteca de su casa, en una entrevista íntima para CARAS.
En 1994, adquirió su primera obra de arte mexicano y de esta forma empezó la primera pieza de la colección de la Fundación Jumex. Y fue también en aquella década, que Eugenio se dedicó a viajar, a conocer galerías, artistas nacionales e internacionales, para entender cómo podría conformar una colección de arte, siempre pensando en apoyar las prácticas artísticas de su generación en nuestro país. Fue entonces cuando la Fundación Jumex se creó con el objetivo de fomentar el arte contemporáneo, en marzo del 2001, año en que presentó la primera muestra de la colección en la Galería Jumex, en Ecatepec. “La prensa internacional fue quien primero dio difusión a la Fundación Jumex”, nos cuenta.
Ésta apoyó a curadores y artistas que actualmente forman parte del panorama de arte contemporáneo en México y en el mundo. Después surgió la gran idea de hacer un museo, en donde se pudieran conocer las obras de reconocidos a nivel internacional con un proyecto creado por el arquitecto británico, David Chipperfield, en donde los mexicanos pudieran tener acceso a lo que se ve en los mejores museos del mundo.
De esta manera, Eugenio López, crea el Museo Jumex en 2013, el cual, en 2023, cumple una década mostrando a los mexicanos las grandes colecciones de arte contemporáneo global. Eugenio siempre contó con dos pilares fundamentales en su desarrollo personal y profesional; sus padres. Eugenio López Rodea e Isabel Alonso de López, a quienes les está absolutamente agradecido, (cada vez que habla de ellos en esta entrevista se le llenan los ojos de lágrimas al mencionar los recuerdos tan bonitos y las entrañables enseñanzas que adquirió de ellos).