El Papa Francisco falleció a causa de un ictus cerebral (también conocido como derrame cerebral), que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según informó El Vaticano en su parte de defunción.
Su fallecimiento se da dos meses después de haber sido hospitalizado en condiciones graves de salud que lo mantuvieron hospitalizado 37 días.
Horas después de anunciar su fallecimiento, se reveló que la causa fue por un derrame cerebral y posterior insuficiencia cardiaca irreversible.
El Papa Francisco fue el primer pontífice latinoamericano y lideró la iglesia católica durante más de 12 años. Su muerte fue anunciada por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, dos horas después de su deceso, ocurrido en su residencia en la Casa Santa Marta, menos de un mes después de haber sido hospitalizado por una neumonía.
Su última aparición pública fue el Domingo de Pascua, donde se le vio frágil y delegó la misa a otro cardenal.
El Papa será recordado por su compromiso con las personas más vulnerables, además defendió los derechos de las personas LGBTQ+, luchó contra la pederastia en la iglesia, abogó por los migrantes, los pobres y el medio ambiente. Además, hizo llamados de paz.
¿Quién asume el cargo mientras se elige al nuevo Papa?
Tras la muerte del Papa, se activa un protocolo milimétrico en el Vaticano para garantizar una transición ordenada en la Iglesia Católica.
El Camarlengo toma el mando temporal. El cardenal camarlengo, Kevin Farrell, asume temporalmente la administración del Vaticano. No puede tomar decisiones de largo plazo, pero se encarga de los asuntos urgentes y de organizar el proceso sucesorio.
El funeral se llevará a cabo entre 4 y 6 días después del fallecimiento. Le siguen nueve días de misas llamadas novemdiales. El Papa pidió cambios en los rituales: no quiere un pedestal ni los tradicionales tres ataúdes.
Entre 15 y 20 días después de la muerte del Papa, se reúne el cónclave, una asamblea de cardenales que elige al nuevo pontífice. Solo pueden votar los cardenales menores de 80 años. Se encierran en la Capilla Sixtina hasta que elijan al nuevo Papa. Durante la votación un cardenal saldrá al balcón de San Pedro para decir: “habemos papam”.