Por Cecilia Morales Andere
La mezcla del pasado con el futuro se plasma a la perfección en la obra del artista Jorge Tellaeche con la yuxtaposición de elementos precolombinos con futuristas
Jorge Tellaeche nos invita a recorrer su taller en la colonia Juárez y su vida. Comienza por relatarnos que fue un niño retraído, “prefería estar solo y mi mayor entretenimiento era dibujar y colorear, así nació mi interés por el arte”. La fuerza y apoyo de su padre -un famoso arquitecto y creativo- así como el de su abuela materna, fueron esenciales ya que lo impulsaron a tener confianza en él y a realizar sus primeros bocetos. “Recuerdo que era una gran satisfacción recibir los comentarios sobre mis dibujos. ‘¡Están increíbles!’, mencionaba la gente y mis compañeros del colegio”, comenta Jorge mientras esboza una sonrisa.
Fue durante un paseo al Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México, en el que descubrió el apasionante mundo del arte precolombino, sus elementos y creación lo cautivaron. “Me gusta estudiar el significado de lo que se consideraba arte hace siglos, la boca abierta con la lengua expuesta resalta la importancia de cuidar lo que decimos -nuestras palabras- y cómo nos expresamos, mostrar las palmas de las manos y colocarlas de cara arriba son una señal de ofrenda, por ejemplo en los sacrificios de la cultura azteca (por mencionar alguna) se sacrificaba a los jóvenes triunfadores y a las vírgenes. Lo mismo pasa con las figuras de tipo robot y su simbología futurista, todo tiene un por qué”, aclara Tellaeche.
Con el uso de plumas Montblanc, Jorge disfruta realizar sus bocetos y obras.
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