El “Retrato de la señorita Lieser”, una obra maestra pero inacabada de Gustav Klimt que se creía perdida durante casi un siglo, fue subastada el miércoles 24 de abril de 2024 por 30 millones de euros (32 millones de dólares) en la casa de subastas vienesa im Kinsky.
La pintura, que representa a una joven adinerada con un vestido turquesa y una capa floral, se creía desaparecida desde la muerte de Klimt en 1918. Sin embargo, reapareció en enero de este año, cuando un propietario anónimo la llevó a la casa de subastas.
¿Qué pasó con la obra?
Durante décadas, el destino de esta obra fue incierto. Tras la muerte de Klimt en 1918, el cuadro permaneció en su estudio y posteriormente se pensó que se había perdido. No obstante, el cuadro nunca abandonó Austria; estuvo colgado en una villa privada cerca de Viena durante muchos años.
Solo hasta enero de este año, la casa de subastas Im Kinsky reveló que la pintura era parte de su colección y la expuso antes de subastarla. La obra fue estimada inicialmente entre 30 y 50 millones de euros.
La incertidumbre sobre la modelo
La identidad de “Fräulein Lieser” no es clara. Podría ser una de las hijas de Henriette Amalie Lieser-Landau, mecenas de las artes conocida como “Lilly”, o la hija de Adolf Lieser, un industrial rico. Investigaciones recientes sugieren que la modelo podría ser Helene o Annie, las hijas de Lilly, debido a diferencias en el color de sus ojos, aunque no hay certeza absoluta.
El contexto histórico
Después de la anexión de Austria por la Alemania nazi en 1938, los judíos en el país, incluida la posible propietaria del cuadro, Lilly Lieser, enfrentaron persecución y expropiación. Lilly fue deportada y asesinada en Auschwitz en 1943.
Aunque no hay pruebas de que el cuadro fuera confiscado por los nazis, la turbulencia de la época y el destino de su última propietaria conocida añaden una capa de tragedia a la historia de la obra.
Las condiciones de su venta
La subasta marcó el redescubrimiento de una obra significativa de Klimt y el cierre de un capítulo de especulaciones y misterio. La venta se realizó bajo un acuerdo de restitución, preparado para cubrir todas las posibilidades legales y éticas, donde se tomaron en consideración los Principios de Washington de 1998 sobre arte confiscado por los nazis. Esto permitió una transacción transparente y el permiso de exportación del gobierno austriaco.
El “Retrato de la señorita Lieser” de Gustav Klimt, ahora en manos de un coleccionista de Hong Kong, sigue como el testimonio de la compleja interacción entre el arte, la historia y la justicia.
Aunque la obra fue vendida por menos de lo esperado, su historia captura la esencia de un período tumultuoso y la perdurabilidad del arte a través del tiempo. La obra, expuesta temporalmente al público en el Palais Kinsky, aún ofrece a los visitantes una mirada al talento y al tormentoso pasado europeo.
También te puede interesar: ¿Quién es y a qué se dedica José Manuel, el guapo hijo mayor de Lucero y Mijares?
También te puede interesar: ¿Por qué Peña Nieto y Angélica Rivera fingieron seguir juntos aunque ya estaban separados? Esta es la versión del expresidente