Por Cecilia Morales Andere
Marcos Cojab convierte los objetos de la vida cotidiana en increíbles esculturas con terminados suntuosos que las hacen piezas únicas y de alto valor expuestas alrededor del mundo.
Desde pequeño tuvo la influencia de su abuela materna, quien realiza esculturas en plata, y de su madre, una reconocida pintora que apoyó los proyectos de Marcos desde el día uno. Con una licenciatura en Arquitectura por la Universidad Anáhuac, Marcos Cojab decide terminar los últimos dos semestres de su carrera en París, Francia. El artista viajó con dos equipajes, en el primero llevaba sus artículos personales, y el segundo era una caja con su primera creación, una calavera, “Silver Skull”, que pensó iba a ser el centro de la decoración de su departamento. Uno de los sitios que visitaba con frecuencia era el Museo de la Orangerie, en el Jardín de las Tullerías, pues el arte de Monet es algo que le apasiona, “es un lugar en el que se disfruta caminar, comer, beber y conocer gente interesante que influye en mi obra”.