Sidney Poitier, fue la primera gran estrella afroestadounidense de Hollywood, falleció a los 94 años de edad, según informó el viceprimer ministro de Bahamas.
Por Redacción CARAS
Sidney Poitier, que tenía doble nacionalidad -estadounidense y bahameña-, era “un ícono, un héroe, un mentor, un luchador, un tesoro nacional”, dijo Chester Cooper en su página oficial de Facebook. “Lo extrañaremos profundamente, su legado nunca se olvidará", agregó el funcionario.
Sidney se convirtió en un símbolo del movimiento de derechos civiles de Estados Unidos, luchó contra la pobreza, el analfabetismo y los prejuicios, y como actor, fue el primer hombre negro en ganar el Oscar por su papel en “Lilies of the Field”.
Poitier estaba casado con su segunda esposa, Joanna, desde 1976 y tenía seis hijos, así como numerosos nietos y bisnietos. Fue reconocido por sus grandes papeles en películas como: “Uptown Saturday Night” y “A Raisin in the Sun”.
De la pobreza al estrellato
Nacido en el estado sureño de Florida en 1927, donde su padre agricultor de tomates vendía sus productos, el joven Sidney y su familia se mudaron de regreso a las Bahamas, donde creció en la pobreza. De joven incursionó en el cine de su isla caribeña antes de abandonar la escuela a los 13 años y regresar a Miami cuando tenía 15 para unirse a su hermano Cyril, allí afincado.
Luego se mudó a Nueva York, donde trabajó como lavaplatos y ayudante de camarero y afrontó una vida dura durmiendo incluso en baños pagos de estaciones de autobuses. Luego se sumó al Ejército durante la II Guerra Mundial como fisioterapeuta y después retornó a la “Gran Manzana” para volcarse de lleno a la actuación.
Una verdadera estrella
El actor se convirtió en la primera estrella negra nominada a un premio de la Academia con “The Defiant Ones” (Fugitivos) de 1958 y, seis años después, fue el primero en ganar el Óscar al mejor actor por su papel en “Lilies of the Field” (Los lirios del valle) de 1963. Poitier alcanzó la popularidad generalizada con una serie de papeles innovadores en un momento de gran tensión racial en Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960. Equilibró el éxito con el sentido del deber de elegir proyectos que abordaran el fanatismo y los estereotipos, incluidos sus clásicos de 1967 “Adivina quién viene a cenar”, “En el calor de la noche” y la memorable “Al maestro con cariño”. Fue galardonado con un Óscar honorífico en 2002 por sus “actuaciones extraordinarias” en la pantalla grande y su “dignidad, estilo e inteligencia” fuera de ella.
En televisión, personificó a íconos de la historia como el primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela, y al primer juez negro de la Corte Suprema de Estados Unidos, Thurgood Marshall. Ya en 1997, asumió un cargo ceremonial como embajador de las Bahamas en Japón. Además, fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil de Estados Unidos, de manos del propio presidente demócrata Barack Obama, el primer mandatario negro de Estados Unidos. Con información de AFP