En la noche del 12 de junio de 1994, la vida de O.J. Simpson, exestrella del futbol americano, dio un giro trágico. Su exesposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ron Goldman, fueron encontrados sin vida en la casa de ella.
Simpson se convirtió en el principal sospechoso y el posterior juicio, apodado “el juicio del siglo”, cautivó la atención del mundo entero. Uno de los elementos más decisivos en este proceso fue el hallazgo y la demostración en corte de un par de guantes ensangrentados.
El descubrimiento inicial y la evidencia clave
La mañana del 13 de junio de 1994 marcó el inicio de este caso complejo con el descubrimiento de los cuerpos de Nicole Brown y Ron Goldman. La evidencia en la escena incluía un guante ensangrentado que contenía ADN de ambas víctimas.
Esta pieza se convirtió en una parte crucial de la acusación, sugiriendo un vínculo directo entre Simpson y el doble homicidio, considerando que el par del guante fue hallado en la casa del ex jugador de la NFL.
El guante que cambió el juicio
El juicio captó la atención nacional e internacional, que llevó a presenciar un momento crucial que muchos consideran clave para la defensa de Simpson.
La fiscalía presentó el guante como una pieza clave para demostrar su culpabilidad. El fiscal le pidió a Simpson que se pusiera el guante en la mano en la sala del tribunal frente al jurado y espectadores. Para sorpresa de todos, Simpson mostró dificultad para que los guantes le cupieran en las manos, acompañado de su declaración de que estaban “demasiado apretados”. La defensa argumentó que esto demostraba que no era el asesino.
La imagen de Simpson intentando ponerse el guante se convirtió en un ícono del caso. La frase “Si no encaja, debe absolver”, pronunciada por el abogado de Simpson, quedó grabada en la memoria colectiva. A pesar de las pruebas en su contra, el jurado lo declaró inocente, con lo cual se generó un gran revuelo en la opinión pública.
La incapacidad de Simpson para ponerse los guantes de manera cómoda fue un factor decisivo para algunos miembros del jurado y el público, y alimentó teorías de que los guantes habían sido manipulados o plantados por la policía.
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Teorías y especulaciones post-juicio
Años después del juicio, el fiscal Chris Darden sostuvo que los guantes sí le habrían cabido a Simpson y acusó a la defensa de haber manipulado los guantes para asegurar que no le entraran durante el juicio. Adicionalmente, se sugirió que Simpson podría haber dejado de tomar su medicación para la artritis, lo que habría causado hinchazón en sus manos, afectando el ajuste de los guantes.
El caso O.J. Simpson sigue siendo un tema de debate y análisis. Más allá de los hechos concretos, este caso nos invita a reflexionar sobre la justicia, los medios de comunicación, las relaciones raciales y el papel de las celebridades en la sociedad. A casi tres décadas del juicio, la figura de Simpson sigue siendo objeto de debate y análisis crítico.