La decisión de Cruz Azul de no jugar la final de ida del Clausura 2024 en el Estadio Azteca ha sido una apuesta significativa, tanto emocional como económica.
A pesar de la posibilidad de obtener ingresos mayores en el icónico Coloso de Santa Úrsula, el equipo optó por mantenerse cerca de su ferviente afición en el Estadio Ciudad de los Deportes.
La lealtad al Estadio Azul
La propuesta de jugar en el Estadio Azteca, donde se estimaba un ingreso potencial de hasta 120 millones de pesos, fue rechazada por la directiva de Cruz Azul. Este movimiento les significó dejar de percibir cerca de 70 millones de pesos, según el periodista Carlos Ponce de León.
La razón detrás de esta decisión fue mantener la conexión especial con sus seguidores en un lugar que ha sido su hogar histórico, y donde el equipo se siente genuinamente “como en casa”, en contraste con la atmósfera del Azteca.
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El valor de la identidad y el apego a la historia
La elección de Cruz Azul muestra una estrategia que valora la identidad y la historia sobre las ganancias inmediatas. Jugar en su estadio tradicional ofrece confort emocional a los jugadores, y también podría influir positivamente en su rendimiento al sentir el apoyo incondicional de su afición.
Es posible que esta conexión emocional llegue a ser un factor determinante en la búsqueda del título, sobre todo cuando se enfrentan a un rival tan formidable como las Águilas del América.
El Estadio Azul, un recinto con profundos lazos históricos
El Estadio Ciudad de los Deportes, originalmente inaugurado como Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes en 1946, ha sido testigo de numerosos eventos deportivos y culturales significativos en la Ciudad de México. A lo largo de las décadas, ha pasado por varios cambios de nombre y ha sido la casa de diversos equipos, como el Atlante, tiempo en el que se le conocía como el Estadio Azulgrana, y después un largo periodo como el hogar de Cruz Azul, conocido en ese entonces como Estadio Azul.
Juntos somos más fuertes.
— CRUZ AZUL (@CruzAzul) May 19, 2024
Equipo y afición a dejarlo todo en el @estadiocdd. 🔥#SomosCruzAzul pic.twitter.com/XfeihnBBdt
Desde su inauguración, el estadio ha albergado desde partidos de fútbol americano hasta encuentros internacionales de fútbol, y ha sido un punto focal en películas y eventos culturales. Con remodelaciones en 1996 y cambios temporales de inquilinos, el estadio ha mantenido su relevancia en el panorama deportivo y cultural de México.
Después de reabrir sus puertas en 2020, el Estadio Ciudad de los Deportes retomó su nombre original para continuar como un centro vital para el fútbol y otros eventos en la Ciudad de México. Su historia y ubicación lo convierten en un lugar emblemático, que mantiene viva la memoria de generaciones de aficionados y ofrece un espacio donde el pasado y el presente del deporte se encuentran.
La decisión de Cruz Azul de priorizar la conexión emocional sobre el beneficio económico refleja un enfoque que respeta la lealtad de sus seguidores y la rica historia de su estadio. Este acto resalta la importancia del lugar como un santuario deportivo, y como un símbolo de identidad y pertenencia para su comunidad.
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