Desde siempre han existido un sinfín de protocolos para proteger la integridad y seguridad de los miembros de la familia real. Es por ello que analizamos todos aquellos que son expuestos en la pantalla grande con la película Spencer.
Por Jorge Alférez
Spencer
En la vida real, los cursos de etiqueta y protocolo para los allegados a la reina, comienzan a temprana edad y tan pronto todo aquel puede sentarse a la mesa con la reina. Mientras que en el caso de los nuevos miembros como las duquesas de Cambridge y Sussex, comienzan en cuanto se formaliza la relación con los miembros de la familia.
Viajas por separado
Todo aquel que sea heredero al trono de la familia real -sin importar el lugar que ocupe en la línea de sucesión-, debe viajar en autos separados. Lo antes mencionado dado que, en caso de un accidente o atentado, los miembros de la familia real no corren el mismo riesgo al viajar por separado.
Licencias de conducir
Aunque no es común que los miembros de la familia real conduzcan, todas las licencias de conducir en el Reino Unido son expedidas a nombre de el o la monarca en turno. Por tal motivo, la reina Isabel II es la única en todo la nación que no necesita dicho documento para estar al volante de cualquier automóvil. En el filme vemos a Diana de Gales conducir constantemente, lo cual habla de una de las muchas maneras en las que la princesa se rebelaba en contra de la corona.
Te puede interesar: Kristen Stewart brilla como Lady Di en ‘Spencer’
Los tiempos de la reina
Otra de los protocolos a seguir y que queda expuesto en el filme, es el de la importancia de no llegar nunca después de la reina, dado que la monarca no debe de esperar a nadie.
Lo mismo sucede a la hora de comer, pues nadie puede empezar o terminar después de ella. En el momento en el que la reina deja los cubiertos, todos sus invitados deben hacer lo mismo.
Y por si fuera poco, los tiempos de la reina aplican también a la hora de dormir, pues nadie puede irse a descansar antes de que ella lo haga.
Formas de dirigirse a los miembros de la familia real
Ante todo debe ser con respeto y claro está, mencionando el título real, que le corresponde a cada uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de la reina, todo aquel que se dirija a ella, lo debe hacer mencionando en un inicio “su Majestad”.
Te puede interesar: Spencer: Kristen Stewart y Lady Di son mujeres Chanel
Tradiciones reales
Aunque no es un protocolo como tal, existen diversas tradiciones que han pasado de generación en generación y casi nadie se ha atrevido a cuestionar o cambiar. Tal es el caso de la clásica báscula navideña, la cual fue una tradición instituida por el rey Edward VII, abuelo de la reina Isabel II, y a quien le pareció muy divertido que todos los invitados a las festividades de Navidad en el palacio, se pesaran a su llegada y salida, con la única intención de ver un aumento en su peso y así saber que habían disfrutado de los manjares ofrecidos por la familia real.