Puede parecer difícil de creer viniendo de una de las intérpretes más atractivas de la escena cinematográfica actual, pero la actriz Amanda Seyfried ha revelado ahora que su decisión de embarcarse en una prometedora carrera como modelo -años antes de dar el salto al mundo de la interpretación- estuvo íntimamente ligada a las muchas burlas que recibió en su infancia a cuenta de su particular aspecto.
“Empecé a trabajar como modelo porque me parecía una industria muy glamurosa y básicamente porque la gente me dejaba. Se reían de mí en el colegio porque era fea y muy pálida”, ha confesado la protagonista de ‘Mamma Mia’ en una entrevista al diario británico The Independent.
Afortunadamente, la estrella de cine no tiene de qué preocuparse en el siempre delicado apartado de la apariencia física, y no solo porque su belleza sea innegable y reconocida a nivel mundial, sino porque la estadounidense disfruta de una vida sentimental y familiar inmejorable junto a su marido Thomas Sadoski y su hija de quince meses.
Por otro lado, la también protagonista de títulos como ‘Chicas malas’ o ‘Los Miserables’ lleva años lidiando con los efectos de su trastorno obsesivo-compulsivo y, pese a que en los últimos tiempos se ha pronunciado con optimismo sobre los progresos que ha venido realizando en su batalla contra tales contratiempos, ahora siente que ha desarrollado una visión algo más “oscura” del mundo que le rodea.
“A medida que me he ido haciendo mayor, me he vuelto un poco más oscura a la hora de analizar todo lo que ocurre a mi alrededor. Pero también me gusta escuchar podcasts y audiolibros, leer biografías y libros sobre actualidad. Es un poco como un proceso de meditación, el cual me ayuda a reconectar con la comunidad de la que todos formamos parte”, ha explicado Amanda Seyfried