En 2018, Johnny Depp interpuso una demanda por difamación contra su exmujer Amber Heard a raíz del artículo que ella había escrito ese mismo año para el Washington Post hablando de su experiencia como víctima de malos tratos y que, en opinión del protagonista de ‘Piratas del Caribe’, violaba uno de los términos de su acuerdo de divorcio según el cual ella no podría hablar en público del tiempo que pasaron juntos.
El actor le reclama 50 millones de dólares en concepto de daños por retratarle como un depredador y perjudicar en consecuencia su carrera, y ahora ha encontrado un inesperado aliado en una de las conocidas de Amber: Laura Divenere, una decoradora de interiores que trabajó para la antigua pareja y que a día de hoy sigue considerándose amiga de la intérprete de ‘Aquaman’.
En la declaración que ha presentado como parte del caso, que llegará a los tribunales en febrero de 2020, Divenere afirma que en los días posteriores al 21 de mayo de 2016 -cuando se habría producido un altercado doméstico durante el que Depp le habría arrojado un teléfono móvil a la cara a su entonces esposa- ella tuvo la oportunidad de pasar varias horas trabajando con Amber y en ningún momento apreció marcas de golpes, cortes o arañazos en su rostro.
“Nunca vi que Amber tuviera ninguna herida o lesión, aunque ahora sí soy consciente de los abusos a los que asegura que fue sometida”, apunta en otro fragmento de sus declaraciones, en las que también reconoce que ni la actriz ni sus seres queridos hicieron jamás mención en su presencia al carácter supuestamente agresivo de su famoso exmarido.
Lo que sí ha confirmado Divenere es que en al menos una ocasión presenció cómo Amber Heard se comportaba de una manera violenta con su antigua asistente personal Kate, a quien gritó por teléfono y acabó haciendo llorar.
Antes de que arranque el juicio tendrá lugar una vista para contemplar la petición de Amber para que se desestime la demanda.