Por Bang Showbiz @CARASmexico
A diferencia de muchos de sus compañeros de profesión, que dicen basta cuando alcanzan una determinada edad y deciden retirarse para disfrutar de la jubilación o como mucho adoptan un rol secundario detrás de las cámaras, Anthony Hopkins no concibe la vida sin trabajar duro. A sus 81 años, y para desesperación de su mujer Stella Arroyave, de 63, el intérprete siempre encuentra alguna nueva afición con la que ocupar su tiempo cuando no se encuentra rodando. https://www.instagram.com/p/B4-sYjJgO6F/ “Soy un adicto al trabajo. Actúo, pinto, toco, leo un montón. Me ayuda a mantener el cerebro activo. Seguiré trabajando hasta que me muera”, ha afirmado en una nueva entrevista a la revista AARP. “Por suerte Stella me mantiene a raya. Cuando llevo varias horas pintando en el estudio, viene a verme y dice: ‘Ya basta’. Es que yo no tengo demasiado sentido común”. El próximo proyecto del actor, que se encuentra promocionando la película de Netflix ‘The Two Popes’ en la que se mete en la piel de Benedicto XVI, es un documental centrado en su persona que está desarrollando su propia esposa. “Uno de mis profesores le contó que de pequeño era todo un misterio: no hablaba con los demás niños, no practicaba ningún deporte, ni siquiera me interesaban las obras de teatro que montaban en el colegio. En el fondo estaba harto de que todo el mundo dijera que era estúpido y me prometí que algún día les demostraría lo equivocados que estaban conmigo. Así es como me convertí en otra persona y comenzó mi carrera”, ha confesado.