El Rancho del Artista, ubicado en la Colonia del Valle de la Ciudad de México, se convirtió en un escenario clave para la filmación de “Dos tipos de cuidado”, película considerada un clásico del Cine de Oro Mexicano. Protagonizada por los ídolos Pedro Infante y Jorge Negrete, esta cinta se consolidó como una de las más queridas y recordadas, tanto por su trama y música, como por el emblemático lugar en el que se desarrolló parte de su historia.
El legado de “Dos tipos de cuidado”
“Dos tipos de cuidado”, estrenada en 1953 y dirigida por Ismael Rodríguez, narra la vida de Jorge Bueno y Pedro Malo, dos amigos cuya relación se ve puesta a prueba por el amor y los malentendidos. La película se destacó por integrar elementos de comedia, drama y música ranchera, y logró una mezcla que capturó la esencia de la cultura mexicana y la amistad masculina. La actuación de Infante y Negrete, junto con sus interpretaciones musicales, dejó una huella indeleble en el cine nacional.
El Rancho del Artista, un refugio cultural
Ubicado entre lo que ahora es la esquina de Av. Coyoacán y Matías Romero, el Rancho del Artista fue más que un simple set de filmación; se trató de un punto de encuentro para figuras destacadas de la época como Diego Rivera, Frida Kahlo y Dolores del Río, quienes participaban en actividades culturales y artísticas. Este sitio histórico, fundado por el artista Francisco Cornejo a finales de los años 20, era famoso por su ambiente bohemio y su enfoque en reunir a los artistas más reconocidos del país.
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El Rancho del Artista en la actualidad
Aunque el Rancho del Artista fue testigo de eventos culturales importantes y de la grabación de escenas memorables de “Dos tipos de cuidado”, el paso del tiempo y la urbanización han transformado radicalmente el área. Lo que una vez fue un vasto campo rodeado de naturaleza y actividades artísticas, ahora se encuentra en medio de la metrópoli, con poco que recuerde su pasado glorioso.
La dinámica y la vida cultural que caracterizaban al Rancho del Artista en sus mejores años han dado paso a construcciones modernas y a un entorno urbano que contrasta con el espíritu original del lugar.
A pesar de la desaparición física del rancho, su esencia y las historias que albergó permanecen vivas en la memoria colectiva de México, gracias en parte a películas icónicas como “Dos tipos de cuidado”.
Aunque el Rancho del Artista ya no exista como tal, su historia y su contribución al arte y la cultura en México siguen siendo motivo de interés y estudio.
La película “Dos tipos de cuidado” sirve como testimonio de un tiempo en el que este espacio fue un crisol de creatividad y expresión artística, que nos permite recordar la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio cultural.
El Rancho del Artista y su papel en la filmación de “Dos tipos de cuidado” destacan por ser un reflejo del dinamismo cultural de una época, además de haber servido como set de filmación. Aunque el escenario ha cambiado, el legado de aquellos que pasaron por el rancho, así como las películas que allí se filmaron, continúan inspirando a generaciones futuras.
