Pedro Infante, el ídolo de la Época de Oro del cine mexicano, dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento así como también contribuyó al paisaje urbano de la Ciudad de México a través de las propiedades que habitó.
Con el transcurso de los años, las zonas que alguna vez albergaron sus residencias han experimentado transformaciones significativas, una muestra tanto el cambio constante de la metrópoli como la permanencia del legado de Infante.
Ciudad Infante, un legado transformado
Ubicada en Cuajimalpa, la residencia conocida como Ciudad Infante era más que un hogar; era un complejo de entretenimiento personal que incluía una sala de cine, gimnasio, capilla y más.
Dos imágenes de la casa de Pedro Infante en Cuajimalpa. En la primera se ven mas enormes filas de madres e hijos que esperan su regalo de Reyes cortesía del cantante. En la 2da, Pedro aparece frente a la capilla de su casa. Sin duda el ídolo más querido de #México pic.twitter.com/lXSwwH2rEW
— Tlatoani_Cuauhtemoc (@Cuauhtemoc_1521) August 15, 2019
Tras el fallecimiento de Infante en 1957, esta propiedad fue vendida y su extensa área de 10 hectáreas ahora alberga las instalaciones de una empresa privada. A pesar de la transformación física, el recuerdo de la fastuosidad de Ciudad Infante persiste entre los admiradores del actor. Sobre todo desde la inauguración del Foro Pedro Infante y el Museo Pedro Infante en la misma zona de Cuajimalpa.
Lindavista, una joya arquitectónica hecha a la medida
En el norte de la ciudad en la colonia Lindavista, Infante poseía una residencia notable que fue demolida en 2019 para dar paso a nuevas construcciones. Originalmente valuada en casi 20 millones de pesos, esta casa fue diseñada según los gustos de Infante y llegó a hospedar hasta 30 personas.
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La estructura, deteriorada por el paso del tiempo, no pudo sostener el legado de su antiguo dueño pese a los intentos de remodelación. Después de su demolición, la actual construcción alberga las instalaciones de una escuela privada.
Narvarte Poniente, la primera casa en la CDMX
La primera propiedad que Pedro Infante adquirió en la capital se encuentra en la colonia Narvarte Poniente. Esta residencia, donde vivió junto a su esposa desde 1945 hasta 1951, permanece en pie y es reconocida con una placa de talavera poblana.
La colonia Narvarte, conocida por su diversidad arquitectónica y su evolución como zona habitada, sigue siendo un testimonio de la vida del actor en la CDMX, pues aún mantiene viva la memoria de sus días en este emblemático lugar.
El recuerdo de Pedro Infante en sus propiedades
Las propiedades que Pedro Infante habitó en la Ciudad de México cuentan historias de éxito, esplendor y eventual transformación. Mientras algunos sitios han cambiado radicalmente, adaptándose a las necesidades contemporáneas de la ciudad, otros han logrado preservar el recuerdo del actor, sirviendo como puntos de referencia para sus seguidores y para la historia cultural de México.
Las colonias Cuajimalpa, Lindavista y Narvarte Poniente, cada una con su propio carácter y evolución, reflejan tanto los cambios en el paisaje urbano de la Ciudad de México como la perdurable influencia de figuras como Pedro Infante. A través de las décadas, la memoria de Infante sigue presente, aun evoca nostalgia y admiración en aquellos que recuerdan o descubren su legado.
Estas colonias que una vez fueron hogar de Pedro Infante en la CDMX han experimentado cambios significativos, pero el recuerdo del ídolo permanece intacto, entrelazado con la historia y evolución de estas zonas. Aunque algunas de sus residencias ya no existan físicamente, la esencia y el espíritu de Infante continúan siendo parte integral de la cultura y la memoria colectiva de la capital mexicana.