La segunda oportunidad que Ben Affleck y su novia Lindsay Shookus se habían dado en el terreno sentimental, aprovechando que el actor había concluido su estancia en una clínica de rehabilitación al mismo tiempo que su romance con una chica Playboy de 22 años, parece no haber llegado finalmente a buen puerto.
El pasado mes de febrero la pareja fue sorprendida paseando por Los Ángeles aprovechando el revuelo que se había formado en torno a la gala de los Oscar, que se celebraba ese mismo fin de semana, para intentar pasar desapercibidos mientras disfrutaban de toda la jornada juntos. Poco después volvieron a ser captados por los paparazzi en una cena romántica, lo que vino a confirmar su reconciliación.
Sin embargo, con el paso del tiempo ambos habrían llegado a la conclusión de que sus respectivas agendas profesionales eran un obstáculo demasiado grande como para construir una relación duradera de cara al futuro.
“La distancia ha sido un factor de peso en su ruptura”, han asegurado varias fuentes cercanas a ambos. “Los dos se tienen un cariño mutuo muy fuerte, pero al final se dieron cuenta de que no podría funcionar”.