Tras cuatro meses completamente desaparecida de la red social Instagram, la actriz Blake Lively apareció ayer jueves en Nueva York para apoyar a su marido, Ryan Reynolds, en la presentación oficial de la última película de este, ‘Detective Pikachu’, una cita en la que acabó acaparando más protagonismo del que posiblemente esperaba al presentarse con un favorecedor vestido amarillo -un guiño quizás al pokémon más famoso de todos- que parecía esconder un vientre inusualmente abultado.
Las fotografías que han trascendido del evento ya han generado, como era de esperar en una pareja tan mediática, un intenso debate tanto en las redes sociales como en la prensa estadounidense acerca de un posible embarazo. Sin embargo, y debido al silencio sepulcral que mantienen al respecto los dos enamorados, resultaría arriesgado otorgar demasiada credibilidad a esta teoría antes de que sus protagonistas tengan oportunidad de pronunciarse.
Los dos enamorados, quienes pasaron por el altar hace ya siete años en una discreta ceremonia celebrada en Carolina del Sur, tienen dos adorables niñas -James (4) e Inez (2)- que constituyen no solo el epicentro de su vida familiar, sino también el factor principal que condiciona el calendario profesional del matrimonio, como explicaba recientemente el propio Ryan Reynolds.
“Blake y yo no podemos rodar películas al mismo tiempo. Si ella estuviera trabajando en Tailandia y yo haciendo una película en Vancouver, entonces no podríamos vernos nunca. Nosotros operamos como una unidad, y hasta ahora este sistema ha funcionado de maravilla para nosotros. Y las niñas están siempre con nosotros: nuestro hogar puede estar en España, Nueva York o Utah. El sitio es lo de menos, lo importante es permanecer juntos”, explicaba en conversación con la revista People.