La cantante reveló que toca una réplica de la mano de su marido antes de subir al escenario
Dos años después del fallecimiento de su marido y mánager, René Angélil, Celine Dion aún sigue haciendo honor a algunas de las tradiciones que ambos compartieron durante más de dos décadas.
Por ejemplo, cuando el productor enfermó demasiado como para acompañarla en cada uno de sus recitales, decidió encargar una réplica en bronce de sus manos para regalársela a su esposa y que ella pudiera estrecharlas y sentir su presencia antes de salir al escenario, algo que la cantante sigue haciendo religiosamente.
“Aprieto las manos de mi marido, que están entre bambalinas, y tocó madera, lo hago cada noche antes de empezar a cantar. Incluso aunque ya no esté entre nosotros, yo sigo hablándole a diario”, confiesa la estrella en una entrevista al suplemento Stella.
La mayor preocupación de Celine es hacer que, donde quiera que se encuentre, su marido se sienta orgulloso de ella y sobre todo tranquilo al saber que sus tres hijos y ella han sido capaces de seguir adelante.
“Supongo que quería asegurarse, antes de partir, de que íbamos a estar bien. Y cada día intento demostrarle que lo estamos. Nuestros hijos están creciendo, y somos fuertes. Estamos bien”.
Ahora la intérprete se encuentra ante una nueva etapa de su carrera y de su vida, tras regresar por todo lo alto a Las Vegas y reivindicar su estatus como icono de moda ante las nuevas generaciones, a lo que el próximo marzo se sumará su entrada en la cincuentena.
“Nunca he sido muy de celebrar los cumpleaños, ni siquiera cuando era una veinteañera. Para ser sincera, preferiría festejarlo haciendo uno de mis shows. Pero por otra parte, el cinco siempre ha sido mi número de la suerte, así que estoy bastante emocionada ante la perspectiva de cumplir los cincuenta”, reconoce.