Los restos mortales de Luke Perry descansan ya en la finca de Tennessee que el actor adquirió en 1995 para escapar del mundanal ruido y de la creciente fama que le brindó su personaje de Dylan en la mítica serie juvenil Beverly Hills 90210. Según el portal de noticias TMZ, el malogrado artista fue cremado esta misma semana y sus familiares optaron por su querida granja como el lugar idóneo en el que esparcir sus cenizas y rendirle un sentido homenaje.
¿En dónde fueron esparcidas?
Hace unos días, sin embargo, varios medios estadounidenses especulaban con la posibilidad de que el intérprete fuera a ser enterrado en la cercana localidad de Dickson, teniendo en cuenta que se había filtrado un supuesto certificado de defunción expedido por una funeraria de la ciudad. Fue la propia compañía la que tuvo que desmentir tales informaciones.
Fuentes cercanas al fallecido artista, quien no pudo superar los efectos del infarto cerebral que sufrió a finales de febrero pese a los esfuerzos del equipo médico que le asistió en un hospital de Burbank (California), han revelado también que dentro de unas semanas se celebrará un evento privado para honrar su memoria al que solo acudirán su familia y sus amigos más cercanos. A finales de la semana se dio a conocer precisamente que los hijos de Luke Perry, Jack (21) y Sophie(18), fruto de su fallido matrimonio con Rachel Sharp, tenían previsto quedarse con la mencionada propiedad para dar continuidad a las labores allí desempeñadas por su progenitor, quien criaba ganado y cultivaba diversos tipos de verduras, y, sobre todo, para preservar uno de los símbolos más representativos de su tiempo en vida.