Platicamos con Christopher Uckermann, quien nos cuenta todo sobre el proceso creativo detrás del ‘Soy Rebelde Tour': desde los colores, las ideas, el escenario, los elementos más representativos como los sacos rojos y corbatas. Christopher Uckermann nos explica cómo fusionaron su crecimiento personal con el sentimiento de nostalgia y las canciones que amamos, creando un nuevo show nunca antes visto.
¿Cómo surge el reencuentro y el tour ‘Soy Rebelde’?
En realidad, llevábamos muchos años en pláticas para poder realizar el Soy Rebelde Tour. A veces, unos querían y otros no podían debido a algún otro proyecto. Por eso, nos gusta decir, entre los integrantes de RBD, que era parte del destino que se hiciera en este momento. Además, yo Christopher Uckermann, creo que el inconsciente colectivo de la gente lo llamó de cierta manera. Un día, mientras abría un chat, me di cuenta de que todos nos sumábamos al proyecto y empezaron las pláticas.
¿Cómo fue el proceso creativo detrás del “Soy Rebelde Tour”?
Hubo un viaje a Three Rivers para trabajar en la parte creativa del show. Para mí, siempre fue como mezclar la nostalgia de lo que la gente quería ver y lo que la gente esperaba de Rebelde, con la evolución musical y personal de cada uno de nosotros. Ya que todos hemos tenido un crecimiento personal en todos los sentidos, fue pensar en los gustos individuales para aterrizar los conceptos. Analizamos qué les gusta a cada uno desde qué colores los representan hasta el más mínimo detalle, contando una historia de principio a fin.
¿Cuál fue una de las partes más importantes en la creación del “Soy Rebelde Tour”?
Al principio del show, comenzamos viendo planetas donde abordamos la cuestión del cosmos y del universo, cómo todo colapsa. Incluso mencionamos las Amazonas, enfocándonos en la naturaleza y en cómo se conjuntan todos los elementos, llevando a este reencuentro. Decidimos abrir el espectáculo con “Tras de mí", ya que con el tiempo esta canción fue creciendo y era ideal para comenzar el show tal y como queríamos. Otra de las cosas más importantes fue cómo diseñar el escenario. Se nos ocurrió hacer una corbata, la cual siempre fue representativa e icónica. Al final del show, nos quitamos la corbata que traemos puesta, que siempre representó el trabajo, la formalidad y la opresión. Quitárnosla realmente representa ser un rebelde.
¿Cuál crees que es la parte más icónica del show y cómo surgió esa idea?
El final del show con los sacos rojos, los cuales son icónicos y nos representan, junto con las fotos antiguas de los inicios de Rebelde, evocan esa sensación de nostalgia. Aunque inicialmente se me ocurrió que salieran de vitrales como si fueran superhéroes o aventureros, al final estoy muy contento con cómo se desarrolló todo, también con la idea de que el confeti del final fueran pequeñas corbatas. Esta idea también surgió en Three Rivers
¿Por qué elegiste un rayo como tu símbolo en ‘Inalcanzable’?
Me gusta mucho el tema de la energía. En los chats, stories y mensajes, siempre pongo rayos porque siento que la simbolizan. Para mí, Christopher Uckermann, “Inalcanzable” con los años se convirtió en un tema que yo cantaba dentro de RBD. Se me ocurrió mezclar esta parte de la energía, del chispazo y la luz. Además, antes de cantar esta canción, me gusta hablar de la unidad, del perdón, de la sanación entre los seres humanos y todo lo que es la energía. Por eso, se nos ocurrió un rayo y un pequeño trono donde me siento para tocar el piano, lo cual representa la energía en ese momento. En cuanto a los visuales, quise un concepto muy contemporáneo que también vemos con los bailarines. La suavidad de todo, desde los visuales hasta el color azul y amarillo, es la parte más sutil del concierto con esta balada, donde bajamos la energía del espectáculo a algo más tranquilo.
¿Cómo fusionaste todas las ideas de los integrantes de Rebelde?
Estuvimos trabajando en el show durante un tiempo en el cual dormía muy pocas horas. Al levantarme, volvía a escribir ideas para el espectáculo y así se fue desembrollando poco a poco. Las ideas creativas vinieron de los integrantes de RBD. Mi papel en todo esto fue aterrizar las ideas, tomar mucho en cuenta lo que todos queríamos. Algunos tenían en mente elementos de agua o de fuego, o ciertos colores. Fue un proceso de aterrizar las ideas y dar forma a esta historia que estamos contando.
¿Cómo fue trabajar con el equipo de producción detrás del tour Soy Rebelde Tour?
Tuvimos la oportunidad de trabajar con compañías y gente increíble para armar todos los visuales. Tenemos un equipo increíble, toda esa gente que no se ve. Trabajamos con Live Nation y, a diferencia de la última gira hace 15 años, esta vez sumamos bailarines, quienes no solo son una parte esencial del show, sino que también han sido nuestra familia, al igual que músicos increíbles. Además, tuvimos la oportunidad de trabajar con coreógrafos que han colaborado con otros artistas como Madonna. La idea fue ofrecer al público un espectáculo de Rebelde nunca antes visto.
La visión de Christopher Uckermann sobre la importancia de la familia dentro del equipo dio vida al éxito mundial del “Soy Rebelde Tour”. La conexión profunda entre todo el equipo dentro de Rebelde se refleja en cada show, creando una experiencia única que resuena con el público en todo el mundo.