La periodista Sara Carbonero ha conseguido conmover a todos sus seguidores de las redes sociales con la última publicación que ha compartido en su perfil de Instagram, de la que se desprende una poética y profunda reflexión sobre las dos caras más extremas de la vida y, por otro lado, acerca de la necesidad de aceptar con resignación que el futuro ni está escrito ni se puede planificar al detalle. Para ello, la esposa de Iker Casillas -madre de los pequeños Martín y Lucas junto al exdeportista- ha empleado una bonita metáfora basada en el considerado regalo que le hizo su primogénito en una mañana de esta misma semana, cuando se acercó a la cama de su famosa madre para dejar en ella una hermosa rosa de intenso color rojo y, por supuesto, con muchas espinas. “Este verano está siendo un poco diferente. Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero sobre todo están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca. De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe”, escribió. https://www.instagram.com/p/B0a8pquCEa3/ “Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado. Una rosa con espinas como la que me ha traído esta mañana del parque Martín a la cama”, reza un extracto del relato que ha publicado en su espacio personal de la citada plataforma. https://www.instagram.com/p/B0lidLyC_RK/ “Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla, me ha dicho que sí, que se había pinchado. Luego le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua. '¿Ahora te gusta más?’, le he preguntado. ‘No mamá, ahora no parece una rosa de verdad’. Y tenía toda la razón, porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas”, ha añadido sobre lo paradójico de la vida. La afamada presentadora ha finalizado su alegato con una conclusión optimista a la par que sensata sobre un mundo tan lleno de “belleza” como de momentos de “adversidad”, la cual le ha servido además para rendir un sentido homenaje a uno de sus compañeros de trabajo más añorados y, además, todo un referente del periodismo deportivo en España. “Siempre hay algo de dolor en lo bello y mucho de belleza en la adversidad. Y en esas estamos, consiguiendo que los ratos buenos superen con creces los menos buenos. Porque, como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa”, ha asegurado la antaño reportera, quien sigue inmersa en un exhaustivo tratamiento para poder superar las secuelas del tumor que le fue extirpado a finales del pasado mes de mayo, tras haber resumido en unas líneas el verano tan “diferente” que está viviendo.