El Super Bowl, conocido por ser uno de los eventos deportivos más grandes y vistos en todo el mundo, también se destaca por su espectacular show de medio tiempo, que atrae a millones de espectadores más allá de los aficionados al futbol americano.
En esta ocasión, Usher, el reconocido artista del R&B, tomará el escenario del Super Bowl LVIII, quien, al igual que sus predecesores, no recibirá compensación económica por su actuación.
Sin embargo, la exposición que ofrece este evento es invaluable para cualquier artista, ya que puede impulsar significativamente sus ventas de música y giras.
Aunque no haya un cheque esperando a los artistas después del show, la exposición que ofrece el Super Bowl es incomparable.
Actuar frente a una audiencia global proporciona un impulso significativo a la carrera del artista, que puede traducirse en un aumento en las ventas de álbumes, las reproducciones en streaming y el interés en las giras.
Las estadísticas lo demuestran: las transmisiones de los artistas se disparan después del Super Bowl.
En 2020, Shakira y Jennifer Lopez experimentaron un aumento del 230% y 335% en sus reproducciones, respectivamente, después del show.
Super Bowl-travis-24 https://twitter.com/CARASmexico/status/1224145160776429568Justin Timberlake y Bruno Mars también vieron un aumento en sus ventas de música después de sus presentaciones en el Super Bowl.
Para Usher, el Super Bowl coincide con el lanzamiento de su nuevo álbum, "Coming Home", y el inicio de su gira en agosto de 2024.
La exposición del evento sin duda impulsará las ventas del álbum y la exposición de la gira, lo que compensará la falta de un pago directo.
Un beneficio mutuo
La relación entre la NFL y los artistas que se presentan en el medio tiempo es de beneficio mutuo.
Mientras que la liga se asegura de contar con actuaciones de alto calibre que atraigan a una audiencia global, los artistas disfrutan de una plataforma inigualable para mostrar su talento y promocionar su trabajo.
La actuación de Rihanna en 2023 atrajo a 118.7 millones de espectadores, la mayor cantidad en la historia del Super Bowl.
El Super Bowl: un escenario sin pago, pero con grandes beneficios
A pesar de ser uno de los eventos deportivos más vistos del mundo, el Super Bowl no paga a los artistas que participan en el show de medio tiempo.
En cambio, la NFL cubre todos los costos de producción, así como los viáticos del artista y su equipo, asegurando que la presentación sea espectacular sin incurrir en gastos para los intérpretes.
Para muchos artistas, la oportunidad de actuar en el Super Bowl es más importante que el dinero.
El evento les permite llegar a una audiencia masiva y aumentar su reconocimiento a nivel mundial.
Aunque no haya un cheque esperando a los artistas después del show, la exposición que ofrece el Super Bowl es incomparable.
Actuar frente a una audiencia global proporciona un impulso significativo a la carrera del artista, que puede traducirse en un aumento en las ventas de álbumes, las reproducciones en streaming y el interés en las giras.
Las estadísticas lo demuestran: las transmisiones de los artistas se disparan después del Super Bowl.
En 2020, Shakira y Jennifer Lopez experimentaron un aumento del 230% y 335% en sus reproducciones, respectivamente, después del show.
Justin Timberlake y Bruno Mars también vieron un aumento en sus ventas de música después de sus presentaciones en el Super Bowl.
Para Usher, el Super Bowl coincide con el lanzamiento de su nuevo álbum, “Coming Home”, y el inicio de su gira en agosto de 2024.
La exposición del evento sin duda impulsará las ventas del álbum y la exposición de la gira, lo que compensará la falta de un pago directo.
Un beneficio mutuo
La relación entre la NFL y los artistas que se presentan en el medio tiempo es de beneficio mutuo.
Mientras que la liga se asegura de contar con actuaciones de alto calibre que atraigan a una audiencia global, los artistas disfrutan de una plataforma inigualable para mostrar su talento y promocionar su trabajo.
La actuación de Rihanna en 2023 atrajo a 118.7 millones de espectadores, la mayor cantidad en la historia del Super Bowl.