El actor Daniel Craig dio una alegría a todos los fans de James Bond cuando en 2017 se confirmó que retomaría el papel del espía británico una vez más en la vigésimo quinta entrega de la franquicia que se estrenará el año que viene. Según todas las informaciones, la película comenzará a rodarse en menos de siete semanas y por tanto ha llegado el momento de que el intérprete de 50 años se sumerja a fondo en la rutina de preparación que sigue para meterse en la piel del agente 007, que incluye unos intensos entrenamientos y una estricta dieta.
Daniel Craig cuida su figura
Obviamente la comida rápida y el alcohol están totalmente prohibidos para él de cara a los próximos meses, de ahí que el pasado domingo no probara los canapés o las copas de vino y champán que ofrecían a los invitados durante la gala de los Golden Globes, a la que acudió acompañando a su esposa Rachel Weisz. En su lugar, se limitó a beber agua e incluso se llevó sus propias barritas de proteína para calmar el apetito, y en la fiesta posterior a la entrega de premios a la que asistió junto a la intérprete no probó ninguno de esos martinis que tanto le gustan a Bond. Además, el día anterior había preferido saltarse el tradicional té organizado por la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión en el Four Seasons para evitar tentaciones innecesarias: mientras su mujer se codeaba con otras estrellas de cine, él prefirió quedarse en una de las habitaciones del hotel cuidando de su hija de cuatro meses.