Al margen de la polémica en la que se vio indirectamente envuelta después de que Elena Tablada, madre de la pequeña Ella (8) junto a David Bisbal, le afeara en un programa de televisión su decisión de compartir una imagen en la que aparecía junto a la niña en medio de la feria de Almería, lo cierto es que la relación entre Rosanna Zanetti y la primogénita de su actual marido ha generado, por regla general, noticias francamente positivas que dejan patente la buena sintonía que existe entre ellas.
De hecho, y quizá con el objetivo de recuperar la normalidad tras el desagradable episodio protagonizado por Bisbal y Elena a principios de octubre -una afirmó que su trato con su expareja se había vuelto “insostenible” por culpa de la “sobreexposición” mediática de su hija y el otro envió un comunicado acusando de forma velada a la socialité de “comercializar” con la niña-, la modelo venezolana ha querido desviar la atención sobre ese asunto para subrayar la “emoción” que embarga estos días a Ella ante la perspectiva de convertirse en hermana mayor.
“Se emocionó muchísimo cuando se lo contamos. Llevaba un año pidiendo un hermanito”, ha contado la siempre extrovertida Rosanna durante la presentación en Madrid de su primera colección de joyas para la firma Vidal.
“Va a ser una excelente hermana mayor, porque es una niña buena, cariñosa y que se preocupa por todos”, ha aseverado en conversación con los reporteros congregados en el evento.
Esta misma semana, la también actriz -embarazada de su primer retoño con el intérprete, con quien pasó por el altar el pasado mes de julio- se dejó ver muy sonriente a las puertas del colegio madrileño donde estudia Ella Bisbal, a quien recogió y llevó de la mano a casa tras una larga jornada lectiva.
De ello se desprende que las aguas han vuelto finalmente a su cauce y también, o eso opina Rosanna, que la controversia se vio algo sobredimensionada por parte de la prensa.
“Creo que los medios se han encargado de hacer el problema más grande de lo que es”, ha explicado Rosanna Zanetti en el mismo evento para insistir, a continuación, en que ella jamás recibió de Elena una prohibición expresa para que no colgara fotografías de la niña -la cual siempre aparece de espaldas o con el rostro pixelado, todo sea dicho-: “Ha sido algo desafortunado, triste e injusto”, ha sentenciado.