Kim Kardashian, conocida por su imperio en la industria de la belleza y la moda, compartió en una entrevista en “Jimmy Kimmel Live!” una anécdota de su infancia que pocos conocían. Durante su niñez, Kim tuvo la oportunidad de ser vecina de Madonna, y desempeñó un trabajo poco común para la reina del pop: paseadora de perros.
Madonna, una vecina única
Cuando Kim tenía entre siete y ocho años, vivía al lado de Madonna. Ella y su hermana Kourtney asumieron la tarea de pasear al perro de Madonna después de la escuela.
Este trabajo no se remuneraba con dinero, sino con algo mucho más singular: joyas. Madonna les pagaba con coloridas pulseras de neón, que eran reliquias de la década de los 80 y parte de la fase disco de la cantante.
Un pago único y especial
La forma de pago era tan única como lo eran ambas figuras. “Un día ella bajó las escaleras y nos entregó una caja de zapatos con todas esas alhajas,” relató Kim. Esta caja contenía las pulseras que Madonna les entregó como pago por sus servicios.
La elección de este tipo de compensación dejó una impresión duradera en las jóvenes hermanas Kardashian, quienes no tardaron en convertirse en el centro de atención en la escuela gracias a sus nuevas adquisiciones. “Cuando Kourtney y yo fuimos a la escuela, todos dijeron: '¡Dios mío, me encantan tus pulseras!’ Y dijimos: ‘Gracias, Madonna nos los dio’,” añadió Kim.
Reencuentro con Madonna
Los caminos de Kim y Madonna se cruzarían nuevamente años después, cuando ambas terminaron siendo vecinas por segunda vez. Este reencuentro fue breve pero significativo, una muestra más de lo pequeño que puede ser el mundo del espectáculo.
Más adelante, en 2018, Kim y Madonna fortalecerían su relación a través de una colaboración empresarial entre KKW Beauty, la marca de Kim, y MDNA Skin, la marca de cuidado de piel de Madonna. Este proyecto conjunto se celebró con un evento en YouTube Spaces LA de Los Ángeles, donde ambas discutieron desde sus productos de belleza favoritos hasta looks que nunca volverían a probar.
Más allá de la anécdota
La entrevista con Jimmy Kimmel no solo sirvió para revelar esta peculiar historia entre Kim y Madonna, también permitió a Kim aclarar y confirmar varios rumores sobre sus hábitos y peculiaridades personales. Entre ellas, confirmó su costumbre de calentar sus joyas antes de usarlas y su aversión a las fundas de cartón de los vasos de café. Además, compartió recuerdos de su juventud, como celebrar su cumpleaños número 14 en el Rancho Neverland de Michael Jackson.
Esta historia entre Kim Kardashian y Madonna muestra una faceta poco conocida de sus vidas antes de alcanzar el estrellato mundial, a la vez que destaca cómo los pequeños momentos y trabajos de la infancia pueden dejar recuerdos duraderos y dar inicio a relaciones significativas en el mundo del espectáculo.
También te puede interesar: ¿Quién es y a qué se dedica José Manuel, el guapo hijo mayor de Lucero y Mijares?
También te puede interesar: ¿Por qué Peña Nieto y Angélica Rivera fingieron seguir juntos aunque ya estaban separados? Esta es la versión del expresidente