El actor asegura se arrepiente de haber dejado de practicar ballet
El actor Ryan Gosling puso de manifiesto en la aclamada película ‘La La Land’ que, además de contar con una melodiosa voz, también se defendía a las mil maravillas con el baile, un talento del que ahora ha querido revelar su origen.
Como ha explicado el canadiense en su última entrevista, de pequeño tomó clases de ballet para ganar coordinación y flexibilidad, pero terminó abandonando antes de lo previsto -una decisión de la que ahora se arrepiente profundamente- al pensar en ese momento que la danza clásica era un arte reservado al género femenino.
“Me pasé algunos meses entrenando y bailando ballet, pero lo cierto es que nunca llegué a ese punto en el que acabaría encontrándome cómodo. De hecho, para mí fue toda una lucha interna y lo dejé porque tenía la impresión de que el ballet era de chicas. No le dediqué todo el tiempo que debería haberle dedicado y sé que debería haberlo hecho. Ojalá lo hubiera hecho, porque es una disciplina que te proporciona muchos beneficios”, explicó en el nuevo número de ‘The Red Bulletin’.
Por otro lado, el guapo intérprete ha querido reflexionar abiertamente sobre los cambios tan significativos que se han producido en su vida desde que formara una familia con su pareja, la también actriz Eva Mendes, con la que tiene dos hermosas niñas -Esmeralda (3) y Amada (1)- que le recuerdan cada día cuáles son sus grandes prioridades vitales y el papel más importante que interpreta a día de hoy.
“Lo primero de todo, soy padre, que es una responsabilidad que determina por completo tu día a día, y que te cambia para mejor. Es sin duda lo mejor que me ha ocurrido nunca. También es cierto que tengo el mismo perro desde que tenía 18 o 19 años, y siempre me acompaña en cualquier set de rodaje al que voy. No me imagino la vida sin él”, reveló sobre la determinación y la alegría con la que afronta sus responsabilidades, también las que le unen a su querido can.