Germán Valdés, mejor conocido por su nombre artístico “Tin Tan”, es recordado como uno de los comediantes más queridos y carismáticos del cine mexicano.
Sin embargo, más allá de su carrera en la pantalla grande, Tin Tan también disfrutó de una vida llena de lujos, particularmente en Acapulco, donde su pasión por la vida marina lo llevó a invertir en yates y propiedades costeras.
La mansión de “Tin Tan” en Acapulco
Aunque los detalles específicos de la residencia de Tin Tan en Acapulco son escasos, se sabe que el actor adquirió una mansión en este exclusivo destino durante el apogeo de su carrera. Acapulco, conocido por ser un refugio para las élites y celebridades de la época, servía como un perfecto escape para Tin Tan de la agitada vida en la Ciudad de México, ya que el comediante amaba el mar.
La colección de yates de “Tin Tan”
La fascinación de Tin Tan por el mar no se limitaba a su residencia costera. El comediante también poseía varios yates, que nombró “Tintavento”, una forma de expresar el amor de Tin Tan por el mar.
A lo largo de los años, adquirió un total de tres yates, aunque no todos al mismo tiempo. Cada yate reemplazaba al anterior, la historia de esta sucesión está llena de anécdotas que su hija ha compartido en el sitio web en honor a su padre.
Los Tintavento
El primer yate de Tin Tan, “El Pez Vela”, o Tintavento I, terminó en desastre cuando al tratar de apagar un chispazo en el motor, por una confusión con combustible causó un incendio que destruyó la embarcación y le provocó quemaduras al actor.
No desanimado por este incidente, Tin Tan compró un segundo yate, llamado “Satélite” pero que bautizó como “La Mientras”, porque sería un yate temporal mientras planeaba adquirir algo más grande y mejor.
Este segundo yate también tuvo un trágico final cuando fue prestado a los hermanos Arnold, quienes lamentablemente lo hundieron. Determinado a seguir disfrutando del mar, Tin Tan adquirió un tercer yate, “El Tintavento II”.
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Este barco fue el escenario de su luna de miel con su esposa Rosalía Julián en 1973, fue vital en sus vacaciones y hasta en la educación de sus hijos, además de ser parte de proyectos cinematográficos, hasta que un huracán lo volcó irremediablemente.
El legado marítimo de “Tin Tan”
A pesar de los reveses, Tin Tan nunca perdió su amor por el mar. Su tercer yate le proporcionó innumerables horas de placer hasta su pérdida. Incluso después de estos eventos, la leyenda del cine continuó buscando la cercanía al océano, ya sea navegando en embarcaciones menores o simplemente disfrutando de la costa de Acapulco.
Rosalía y Carlos Valdés, hijos de #TinTan inauguraron fotografías inéditas de su papá en Centro Cultural #Acapulco pic.twitter.com/hWMNnqOLcC
— Fidetur Acapulco (@FideturAcapulco) March 25, 2016
Tin Tan vivió una vida marcada por el éxito y la tragedia, tanto en tierra como en el mar. Su pasión por la navegación y el estilo de vida costero en Acapulco dejaron una huella imborrable en aquellos que lo conocieron y en la cultura popular mexicana. A través de sus películas y las anécdotas de su vida personal, “Tin Tan” sigue siendo una figura emblemática que personificó el espíritu libre y aventurero del México del siglo XX.