El escritor José Agustín y la actriz Angélica María, dos íconos de la cultura mexicana, vivieron una historia de amor, la cual comenzó de manera inusual.
En 1967, Angélica María, cautivada por el libro De perfil de José Agustín, buscó al autor para una colaboración cinematográfica. Aunque el proyecto no se concretó, su relación evolucionó rápidamente.
José Agustín, quien en ese entonces ya era un escritor famoso, empezó a escribir guiones para Angélica en películas como Cinco de chocolate y uno de fresa y Alguien nos quiere matar.
En su biografía El rock de la cárcel, Agustín detalla sus primeros encuentros con la cantante, describiéndola como natural, sencilla y de inteligencia aguda.
Un amor alimentado por el arte y la cultura
Este vínculo floreció mientras Angélica María se encontraba en la cúspide de su popularidad. José Agustín, impresionado por su gracia y brillantez, encontró en ella una compañera afín, compartiendo su amor por la música, el teatro, la literatura y el cine.
Sin embargo, esta relación tenía un elemento controversial: José Agustín estaba casado con Margarita Bermúdez.
El propio Agustín reconoció que su amor por Angélica María fue inesperado y conflictivo. Durante un breve periodo de separación con Margarita, vivió con Angélica, discutiendo incluso la posibilidad de casarse.
Pero la influencia de la familia y las convenciones sociales pesaron sobre Angélica, y la pareja enfrentó desafíos continuos que terminaron por separarlos.
El deterioro de un matrimonio y un romance
Mientras Margarita se sumergía en la cultura hippie y su matrimonio se debilitaba, Agustín y María vislumbraban la posibilidad de un futuro compartido.
Sin embargo, los sentimientos de culpa y la complejidad de la situación llevaron a Agustín a un estado de confusión y dolor. Margarita eventualmente pidió el divorcio, y la relación con Angélica también se deterioró, marcando el inicio de un período que Agustín describió como “una temporada en el infierno”.
El cierre de una historia de amor
La relación entre José Agustín y Angélica María terminó en un reencuentro efímero y doloroso. El autor reconoció su inmadurez, pues inició una relación con Pilar Bayona, y cerró así el capítulo con Angélica María.
Años después, regresó con Margarita, con quien permaneció hasta su fallecimiento el 16 de enero.
El romance entre José Agustín y Angélica María, marcado por la pasión y el drama, permanece como uno de los más emblemáticos y controversiales en la historia del espectáculo mexicano. Su historia, entretejida con la cultura y el arte, refleja la complejidad de las relaciones humanas y el impacto duradero de las decisiones personales.