El espectacular vestido de Elizabeth Debicki que tiene 145 mil diamantes bordados y deslumbró a todos
La actriz australiana, ganadora del premio a Mejor Interpretación Femenina en los SAG Awards 2024 por su papel en The Crown, brilló con un diseño de Armani Privé
En la ceremonia de los SAG Awards 2024, Elizabeth Debicki no solo destacó por su galardonada actuación como la Princesa Diana en “The Crown” sino también por su elección de vestuario que se convirtió en el centro de atención.
La estrella australiana eligió un vestido de Armani Privé en un tono azul hielo, una elección que su estilista, Elizabeth Saltzman, definió como un momento increíble al complementar perfectamente con los ojos y la piel de Debicki.
https://twitter.com/dequemeolook/status/1761840080216346863La elección de este color no solo fue estéticamente acertada sino que también llevaba consigo una insinuación al personaje que Debicki interpretó magistralmente. Saltzman mencionó cómo algunos de los looks más memorables de la princesa de Gales también eran en tonos de azul pálido, estableciendo así un sutil paralelismo entre la actriz y su personaje.
"Intentamos alejarnos de su personaje, pero por supuesto siempre hay alguna referencia", mencionó la estilista de la actriz.
La decisión de optar por este específico slip dress de Armani Privé fue instantánea según Saltzman. Al probarse el vestido, tanto la estilista como Debicki supieron de inmediato que era el elegido.
Un momento inesperado de autenticidad
La noche de los premios tuvo un giro inesperado para Debicki, quien, al ser anunciada como ganadora, se encontraba descalza, se había quitado los tacones para disfrutar más cómodamente de la ceremonia.
https://twitter.com/THR/status/1761581243529855009Este detalle, lejos de opacar su momento, añadió una capa de autenticidad y humanidad a la celebración. Detalle que le recuerda a la audiencia que, detrás de los deslumbrantes atuendos y los premios, hay momentos de genuina sorpresa y emoción.
El vestido azul hielo de Elizabeth Debicki en los SAG Awards 2024, bordado con 145,000 diamantes de imitación, fue tanto un testimonio de la exquisita artesanía de Armani Privé como un reflejo de la elegancia y gracia de la actriz. Este atuendo, que perfectamente entrelazó el arte de la moda con la narrativa de su reciente papel, demostró una vez más cómo la elección de vestuario puede trascender la alfombra roja para convertirse en un eco de la pantalla grande.
Un diseño bordado con diamantes de imitación
La prenda, confeccionada en algodón natural y tul, se caracterizó por su ligereza y un bordado de 145 mil piezas de pedrería y 1,800 cristales de Swarovski que reflejaban la luz a su paso. El diseño ligero capturaba la luz de manera espectacular con cada movimiento, creando un efecto deslumbrante que dejaba sin palabras.
La elección de este color no solo fue estéticamente acertada sino que también llevaba consigo una insinuación al personaje que Debicki interpretó magistralmente. Saltzman mencionó cómo algunos de los looks más memorables de la princesa de Gales también eran en tonos de azul pálido, estableciendo así un sutil paralelismo entre la actriz y su personaje.
“Intentamos alejarnos de su personaje, pero por supuesto siempre hay alguna referencia”, mencionó la estilista de la actriz.
La decisión de optar por este específico slip dress de Armani Privé fue instantánea según Saltzman. Al probarse el vestido, tanto la estilista como Debicki supieron de inmediato que era el elegido.
Un momento inesperado de autenticidad
La noche de los premios tuvo un giro inesperado para Debicki, quien, al ser anunciada como ganadora, se encontraba descalza, se había quitado los tacones para disfrutar más cómodamente de la ceremonia.
Este detalle, lejos de opacar su momento, añadió una capa de autenticidad y humanidad a la celebración. Detalle que le recuerda a la audiencia que, detrás de los deslumbrantes atuendos y los premios, hay momentos de genuina sorpresa y emoción.
El vestido azul hielo de Elizabeth Debicki en los SAG Awards 2024, bordado con 145,000 diamantes de imitación, fue tanto un testimonio de la exquisita artesanía de Armani Privé como un reflejo de la elegancia y gracia de la actriz. Este atuendo, que perfectamente entrelazó el arte de la moda con la narrativa de su reciente papel, demostró una vez más cómo la elección de vestuario puede trascender la alfombra roja para convertirse en un eco de la pantalla grande.