Por Bang Showbiz @CARASmexico
De cara a su gran día, Jennifer Lawrence decidió no arriesgar y apostar por la maison francesa Dior -de la que es imagen y que suele vestirla sobre la alfombra roja- para que le diseñara el vestido de novia perfecto con el que darle el ‘sí quiero’ a Cooke Maroney el pasado sábado. Todo el equipo encargado de confeccionarlo viajó desde París hasta Newport (Rhode Island) el día anterior para asegurarse de que llegara en perfectas condiciones y, una vez en su destino, se dirigieron al hotel Viking, donde había una habitación reservada exclusivamente para guardar el atuendo nupcial de la estrella de Hollywood.
La mañana de la boda, los empleados de Dior se encargaron de llevar el vestido en coche hasta la mansión histórica donde tuvo lugar la ceremonia. Hasta el momento solo han visto la luz un par de fotografías de la actriz tomadas desde una distancia considerable y en las que apenas se aprecia qué llevaba puesto. En realidad, toda la jornada estuvo rodeada de fuertes medidas de seguridad para preservar la intimidad de los novios, hasta el punto de que ni siquiera ha transcendido el número total de celebridades que asistieron al enlace. La noche anterior, los paparazzi solo pudieron captar a Adele, Nicole Richie, Cameron Diaz y su marido Joel Madden o Kris Jenner entre otros llegando a Rhode Island para la cena de ensayo.