Siempre hemos creído que Elvis Presley filmó la película ‘Fun In Acapulco’ en Acapulco, sin embargo ¿Realmente ocurrió o sólo fue ficción? Efectivamente, Elvis nunca pisó el país y todo porque se difundió una fake news sobre una supuesta frase que salió de su boca: “Prefiero besar a tres mujeres negras que a una mexicana”.
Esto provocó que la visa de trabajo fuera negada a ‘El Rey’ y además, lo consideraron persona non grata en el país.
En entrevista con CARAS, el fotógrafo Adam Wiseman presenta ‘Elvis nunca estuvo en Acapulco’, una serie que nos invita a navegar por el puerto en años previos a ‘Otis’, mediante imágenes de la época de oro con personajes de tiempos pasados y presentes, incluida la presencia ficticia de Elvis.
¿Qué recuerdo tienes de tu primera fotografía? ¿Hay algo que hayas retratado en tu libro sobre eso?
En el contexto del libro hay una foto de 1984 cuando tenía yo unos 13 o 14 años y esa fue una de mis primeras fotos, tal cual como lo hacemos todos. Un recuerdo y antes era una foto desechable con rollos. Nosotros viajamos mucho y mis fotos eran con el propósito de documentar lo que vivía yo en ese momento con mis hermanas y familia.
¿En qué momento decidiste que la foto fuera parte de tu vida?
Yo vivía en Nueva York, estudié cine y me pareció muy complicado, había mucha gente. A mí me gustaba navegar en las calles solito y hacer fotos por mi cuenta. Tomé cursos de ‘Cuarto oscuro’ pero me daba miedo el rechazo pero hubo un momento crucial en mi vida que fue prepararme para entrar a una escuela muy prestigiosa International Center of Photography (ICP) de Nueva York y pensé “si me aceptan, me entro totalmente a la foto”, sé que es tonto pero era joven y así lo decidí. En ese momento tenía 26 años.
¿Cómo fue que Elvis fue la premisa de tu libro?
Fue navegar México y Acapulco a través de Elvis que habla de la corrupción política, que habla del amor odio entre Estados Unidos y nosotros. Entonces, la premisa no fue ni Elvis, ni Acapulco, fueron ambas cosas para reflejar quiénes somos, la importancia de la verdad, del chisme y del rumor; eso de forma poética. Así que quise hacer lo que hacen en los cuentos infantiles, detonar fantasía pero de forma adulta.
¿Crees que con este libro cambiarás la perspectiva e historia que vende Acapulco?
No, porque los tours de Acapulco están llenos de mentiras y chismes, que igual están empatados con el espíritu de este libro. Este libro se terminó antes de ‘Otis’ y ahora quiero que se recuerde lo que era este puerto antes del huracán porque es fuerte y el turismo va a regresar, así que espero que este libro juegue un papel importante en recordar e impulsar aunque sea un poco el turismo.
¿Qué buscabas retratar de Acapulco?
Buscaba retratar un ambiente donde el lector pueda navegar y reflejar en su propia relación los recuerdos de Acapulco, para mí era recrear los sonidos y olores a través de la imagen. No quiero definirlo porque el puerto no tiene definición, además yo no soy nadie para definirlo. El propósito no es que sepan lo que es Acapulco para mí, es que vean un poco de lo que yo viví pero yo no busco definir nada.
Este libro nos llevó a navegar por la época de oro de Acapulco y es un retrato que definitivamente debes de tener en tu librería.