Emily Ratajkowski se animó a probar suerte en el mundo del cine, pero ya sabía que no sería un camino de rosas en vista de que hasta entonces era conocida principalmente por ser una de las explosivas chicas que aparecían medio desnudas en el videoclip ‘Blurred Lines’ de Robin Thicke. Hasta el momento ha conseguido papeles secundarios en películas tan exitosas como ‘Perdida’ y en la actualidad se encuentra en cartelera con la comedia '¡Qué guapa soy!’ y el thriller ‘Entre sombras’, pero lo cierto es que aún no ha conseguido el reconocimiento que le gustaría. A la espera de que la industria comience a verla como una ‘actriz seria’ ella ha optado por ser práctica y diversificar su carrera hacia otras vertientes. “Me he dado cuenta de que me encanta ser creativa; eso es lo que me hace feliz. Da igual que sea actuando, trabajando en proyectos relacionados con ello o estableciendo un negocio, que es lo que estoy haciendo con mi colección de ropa de baño. Eso ha resultado ser un proceso mucho más creativo de lo que esperaba, no solo el diseñar, sino también contratar gente y establecer una estrategia. Me veo moviéndome en esa dirección”, reconoce Emily Ratajkowski en una nueva entrevista al portal Popsugar. Las palabras de la guapa morena no deben interpretarse como una señal de que ha optado por tirar la toalla: “Me encantaría actuar más. El mayor problema ahora mismo es encontrar ofertas que despierten mi interés y en las que me emocione participar”, se justifica. “Ahora mismo el negocio se encuentra en un momento raro: la gente ya no va a ver películas al cine como antes. Los estudios están perdidos. Creo que sí hay historias sobre mujeres, pero la gran mayoría no abordan la narrativa desde un punto de vista femenino; son solo historias de hombres con una mujer en ellas”, lamenta Emily Ratajkowski.