La actriz reprobó el trato sexista que suelen recibir las intérpretes en la industria de Hollywood
La actriz Cate Blanchett ha demostrado en varias ocasiones que no le tiembla el pulso a la hora de afear a los periodistas que solo le pregunten a ella -y a sus compañeras femeninas- por el diseñador que la viste y por las razones que explican una particular elección estilística a su paso por las alfombras rojas, resaltando de esta forma el trato sexista que suelen recibir las intérpretes en la industria de Hollywood.
Por eso no debería resultar sorprendente que la -por otro lado- elegante artista aprovechara el discurso con el que ayer lunes aceptó el premio al ‘Icono de Estilo’ del año, un galardón concedido por la revista InStyle, para criticar precisamente los dobles estándares que siguen existiendo en el mundo del espectáculo a cuenta de la apariencia física, de los cuales son las mujeres las que casi siempre se llevan la peor parte.
“Parece que nadie se atrevería a decirle a Steve Bannon [el controvertido exasesor del presidente Donald Trump]: ‘Hey, pareces una bolsa de basura, ¿quieres que te saque fuera en un cubo?’. Sin embargo, los comentarios que reciben las mujeres por lo que llevan en las alfombras rojas... Ya sabéis a lo que me refiero”, explicó sobre las burlas y mensajes ofensivos que se derivan del análisis minucioso al que se ven sometidas las artistas por su forma de vestir en los grandes eventos de la industria.
“Sinceramente, si os critican en internet por lo que os ponéis o por cómo luce vuestra cara ese día, yo os digo: pelead, desenmascarad a esa gente, porque las extraordinarias sois vosotras”, manifestó en su alocución.
Cierto es que, al margen de lo injusto y discriminatorio de esa obsesión enfermiza con la apariencia y las elecciones estilísticas de las mujeres, Cate Blanchett siempre se ha destacado como una de las intérpretes más aclamadas por las revistas especializadas gracias a la sofisticación y el carisma que exuda en cualquier aparición pública.
Sin embargo, y como ella misma ha manifestado en la citada entrega de premios, la estrella australiana no descarta la posibilidad de aparecer algún día en cualquier tipo de acto sin maquillaje y enfundada en un atuendo en el que la comodidad prime claramente sobre la estética.
“El caso es que las alfombras rojas parecen en ocasiones una horrible lucha de gladiadoras. Recuerdo que en los Globos de Oro había una minicámara para evaluar la manicura. Me quedé como: '¿Estamos de co** o qué? ¿De verdad os importan tanto estos detalles? Me han nominado por mi trabajo’. Sinceramente, si la gente no juzgara tanto y no hubiera tanto escrutinio a cuenta de la ‘armadura’, no me importaría aparecer un día sin maquillaje y sin tantas florituras”, comentó posteriormente en una entrevista a la misma publicación.