FOTOS ALEX SALINAS
STYLIST BRENDA MIRANDA
Amamos cuando, más allá de los reflectores y las cámaras, las parejas de famosos muestran su lado más auténtico, sobre todo cuando eligen nuestra revista para hacerlo.
Esta vez no fue la excepción. Paulina Mercado y Juan Soler, aunque mediáticos, no suelen abrir su casa a la prensa, pero esta vez nos dejaron entrar hasta lo más íntimo de su hogar en la Ciudad de México, donde tuvimos acceso para platicar de todo y realizar esta increíble sesión de fotos.
“La verdad es que jamás entra prensa a este departamento. Para nosotros éste es nuestro espacio y templo, así que lo cuidamos mucho de energías y demás, pero fue un placer invitarlos y tenerlos aquí, porque se ve que son un crew encantador”, nos dijo Pau cuando terminamos la última toma.
Su primera portada juntos no pudo ser mejor. La energía positiva de los Soler-Mercado se sintió desde que se abrió el elevador y entramos a su casa, donde Juan nos recibió acompañado de Marcelo y Borges, los otros integrantes de la familia, un golden retriever de lo más elegante y un inquieto bulldog francés.
Con una espectacular vista del skyline como testigo, empezamos las fotos, en las que Paulina, una de las conductoras más fashionistas de la televisión mexicana, dio cátedra de cómo verse bien, mientras que Juan hacía lo suyo, demostrando sus décadas de carrera como actor y sus inicios como modelo.
“No sabes cómo te va a ir en la noche”, dijo al ver a su novia vestida con un sexy vestido Ferragamo en color café. Juan, nos advirtió Paulina, es el más “políticamente incorrecto”, algo que comprobamos durante la sesión de fotos y la entrevista, en las que nos hizo reír muchísimo.
Un amor desde la amistad
Esta historia de amor empezó en 2021, cuando Juan Soler fue invitado a participar dentro del programa Sale el Sol, algo que al argentino no le pareció nada mal, pues se estaba tomando un semestre sabático porque estaba armando una fábrica de parrillas.
“Me gustó la idea y empecé a trabajar ahí, donde conocí a Paulina y con quien empecé a tener muy buena química como compañeros y amigos”. Ambos estaban en pareja, y aunque a Pau, de primera impresión, Juan no le cayó tan bien, con los días se dio cuenta de que el actor no era tan “seco” como ella creía.
“Él estaba en pareja, así que con el tiempo descubrí que Juan es así con las mujeres, que es de los que pone una línea muy clara para no dar ninguna mala interpretación, y eso me atrajo. Evidentemente nos hicimos muy amigos y empezamos a contarnos todo hasta llorar y reír. Comenzar una relación desde la amistad es la diferencia”, asegura Paulina.
Pero más allá de esa amistad y complicidad que mutó al amor cuando ambos se encontraban ya solteros, lo de ellos fue también la admiración mutua. Pau sabía que su compañero de trabajo era un galán de telenovelas por demás encantador y que tenía mucho éxito con las mujeres, pero con el tiempo se dio cuenta que era también de lo más profesional, exigente y muy estructurado.
“Es un gran ser humano, eso nadie me lo había dicho. Lo guapo es de lo que todo el mundo habla, porque es lo evidente, pero el alma que tiene es algo que pocos tenemos la oportunidad de conocer y que en verdad ilumina”.
La primera impresión que Paulina generó en Juan fue algo similar. “La vi y dije: ‘Qué mujer tan guapa’. Me encantaba escucharla mientras entrevistaba porque es una mujer muy inteligente e interesante, y no pasa inadvertida”, nos comparte Juan, quien se define como un hombre de una sola pareja.
Mi casa es tu casa
Pau era de las que decía que jamás viviría con un novio y menos con un actor o un estranjero. Ahora comparte el techo con un galán de novelas nacido en San Miguel de Tucumán, a casi 6,500 kilómetros de la capital mexicana, en el Hemisferio Sur argentino.
El lugar es bastante cálido e invita a sentarse y platicar, y aunque se percibe algo neutro, está lleno de elementos “aportados o sugeridos” por ella. “Tuve que ceder en varias cosas. Quién lo armó fue Pau porque es una gran decoradora y una mujer con un gusto increíble”.
Encontrar este departamento no fue tarea fácil, pero asegura que en cuanto entraron dijeron: “Es éste”, así que empezaron a armarlo con la idea de que cada espacio contara una historia de ambos.
“Arriba de la taza de mi baño está el cuadro de un león que para mí era muy importante, y que representa a Javier Milei, pero que no me dejaba poner. Pero bueno, ahí ya tiene su lugar”, cuenta Juan, quien después reconoció que en la sala principal hay un sofá enorme y una silla de diseñador que sí le dejaron poner.
El tema político parece no ser mayor problema entre ellos, pero el del clóset, sí. Pau solía tener dos muy grandes, así que una de las habitaciones se tuvo que convertir en vestidor, independiente del cuarto de visitas.
“Para nosotros es muy importante que nuestros hijos sepan que siempre tienen un espacio en esta casa. Pueden llegar a las tres de la mañana, pueden venir una semana o el tiempo que sea todos, los cinco”, asegura Paulina, quien tiene dos hijos. Juan, por su parte, tiene tres hijas.
Todos, aunque no viven juntos, se llevan muy bien, incluso las novias de los hijos de Pau, quienes también se unieron a la pareja en Navidad y Año Nuevo. Dicen que la experiencia fue increíble, aunque cuando estaban planeando las pasadas fiestas decembrinas sintieron algo de temor. Finalmente todo fluyó perfecto, aseguran.
Sobre su día a día, además de trabajar, todo empieza a las 5 de la mañana, con un abrazo de un minuto y después al gimnasio. Juan es el que cocina, y su especialidad, como buen argentino, es el asador.
Tras el trabajo adoran estar en casa y ver series de televisión. Juan se queja de que Pau se queda dormida y ella lo balconea diciendo que el galán suele llorar con las películas. Algo curioso que también ventilaron es que ambos usan la misma pijama y que no tienen tele en su recámara.
Apoyo y amor total
Dice Juan que a esta altura, a dos años de su relación, no hay sorpresas negativas en el comportamiento de ambos, que se conocen muy bien. “Sé por dónde va Pau, sé qué es lo que le gusta, cómo le gusta y ella también sabe absolutamente todo de mí. No tenemos secretos y creo que, quizá, hemos tenido dos o tres diferencias”.
“No es que seamos dos experimentados, pero ya sabemos qué queremos y qué no. Estamos conscientes de que más que querer tener la razón, deseamos tener paz y estabilidad emocional”, dice la conductora, quien en los últimos años ha enfrentado problemas de salud relacionados con el cáncer.
“Ha sido de lo más difícil que he vivido. Llevábamos poco tiempo de relación cuando me quitaron un tumor en el cerebro en una operación muy seria. Juan estuvo conmigo al pie del cañón, no me soltó ni un minuto, me dio fuerza, me dio esperanza, estuvo muy cerquita de mí, de mi familia y de mis hijos”.
Meses después le detectaron un problema en el cuello. “Llegué a casa después de que me habían dicho que todo era posible incluyendo el peor de los escenarios, y cuando le dije a Juan, no me pude ni quebrar al ver su fortaleza. Al verlo me dieron ganas de decir: ‘Diosito, dame más tiempo, porque quiero vivir muchas cosas con este hombre, con mis hijos y con mi familia’”, dice Mercado, quien sale a trabajar con una cicatriz en el cuello casi imperceptible, además del lunch y el café que su novio le prepara.
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