La imagen de Ariana Grande ha evolucionado de la mano de su carrera musical mientras se desprendía de su imagen de estrella juvenil para convertirse en una diva del pop y, en el último año, reinventarse de nuevo con un sonido menos mainstream que, sin embargo, le ha reportado un gran éxito. La única constante que se ha mantenido inmutable a lo largo de todo ese tiempo ha sido su peinado: una coleta alta que luce en dos versiones, con el cabello totalmente recogido o con unos cuantos mechones sueltos en la parte baja. Los motivos por los que se resiste a cambiar de estilo han dado pie a todo tipo de rumores, algunos de los cuales ha ido confirmando ella misma, como por ejemplo que le ayudaba a disimular la calvicie parcial que padeció tras años tiñéndose el pelo de rojo para interpretar al personaje de Cat Valentine en la serie ‘Victorious’. https://www.instagram.com/p/B1MR1fIlwkn/?utm_source=ig_embed Por otra parte, la coleta la acompaña desde mucho antes de que empezara a lidiar con problemas de alopecia o de que descubriera su pasión por el delineador oscuro de ojos, otra de sus señas de identidad. Ariana acaba de compartir una fotografía de su infancia en su cuenta de Instagram en la que posa para la cámara con una sonrisa y el cabello completamente retirado de la cara y sujeto en lo alto de la cabeza. “Al menos se puede decir que soy consistente”, ha bromeado ella junto a la instantánea. A una parte de sus fans les sorprenderá también descubrir que, pese a que en sus apariciones públicas suele lucir siempre una melena extra lisa, en realidad la artista tiene unos rizados naturales bastante marcados.