Por Mari Tere Lelo de Larrea
El productor de 40 y 20 , Gustavo Loza, nos cuenta todos los detalles de la sexta temporada y de su invitado de lujo: Emilio Azcárraga Jean.
Recientemente se estrenó la sexta temporada de 40 y 20, Gustavo Loza, ¿cómo te sientes? Muy contentos, estrenamos este lunes y ya tenemos resultados, le fue increíble, es una serie que le encanta a la gente. Al final es un trabajo que hacemos un gran equipo. Tienen un invitado de lujo. ¿Cómo le hicieron la propuesta a Emilio Azcárraga Jean? La verdad es que teníamos escrito un capítulo que hablaba del Club América y teníamos que invitar a un icono del equipo y había pocas opciones, obviamente. Estábamos en una reunión de escritores buscando al indicado y por ahí alguien propuso que fuera Emilio y nos preguntamos si iba a aceptar porque en realidad no es actor. Lo comenté con “el Burro” porque aparte de ser muy amigo de Emilio es americanista de corazón y le latió muchísimo. El asunto es que entre “el Burro” y yo le marcamos, le gustó la idea y me pidió que le pasara el guion. Al día siguiente le hablé, le gustó, nos pusimos de acuerdo en fechas y horarios y listo, como cualquier actor, le mandamos su llamado y llegó muy puntual. Fue un asunto más de amigos que un rollo oficial. ¿Cómo fue su actuación en el set? Muy relajado, es una persona que está acostumbrada a hablar en público y al final eso ayudó muchísimo. Los diálogos no están escritos sobre piedra, los adaptamos a su forma de hablar y la verdad fue muy natural. Algo que metía un poco más de presión es que fue con sus hijos porque les encanta la serie, entonces no les podía fallar (risas), la verdad es que estuvo muy divertido y lo hizo muy bien. Nos puedes compartir alguna anécdota divertida durante las grabaciones de esta temporada. Hay tantas… lo que sí te puedo decir es que hay un termómetro que tengo muy presente. En el momento que tenemos que cortar porque se mueven las cámaras porque se están riendo los que están detrás, o el mismo personaje no puede hacer la escena, sabemos que funciona. Somos el primer filtro y eso pasa muchísimo. Llego con el capítulo escrito pero sé que de pronto Michelle o Mónica van a tener una gran idea o cualquier otro actor porque son actores que tienen ingenio y se vale. ¿Cuál es el reto de seguir contando esta historia después de tantas temporadas? El reto es no reciclar, no repetir y ser muy honestos. Creo que un proyecto debe parar en el momento que tú ya no tengas esa ilusión por hacerlo y eso no ha pasado. Igual si la gente no responde bien, a lo mejor y es momento de reconsiderar seguir haciéndolo, pero si está a tope y a la gente le encanta y nosotros nos seguimos divirtiendo en lo que hacemos, quiere decir que podemos continuar y la verdad es que este concepto se presta para que tenga cualquier cantidad de temporadas. ¿Cómo describirías esta temporada de 40 y 20? Mientras vamos avanzando y los personajes están más sólidos, podemos controlar mejor las situaciones. ya tenemos medido muy bien al público, los límites y ya a estas alturas es un placer regresar a hacer lo que nos gusta. Lo único que sí, es que siempre existe una pequeña dosis de riesgo de mi parte de ir un poco más allá en cuanto al humor y a las situaciones que planteamos porque sino siempre sería lo mismo. Al final la gente ha reaccionado increíblemente bien. ¿Cuál crees que es la clave para hacer buena comedia? ¡Qué difícil pregunta! no sé si tenga la fórmula pero creo que tener la capacidad de reírnos nosotros como sociedad y de pronto poner un espejo y que la gente se vea reflejada en los personajes que planteamos. A mí me encanta que vean 40 y 20 y que se identifiquen con alguien. Es la capacidad de no ser tan solemnes a la hora de hacer una crítica, de decir algo como mexicanos, como sociedad, como padres de familia, amantes, parejas, lo que sea y algo que me ha resultado mucho es la irreverencia, me encanta. Me encanta atreverme a hacer cosas que otros no hacen, encuentro un canal maravilloso por explorar y explotar a través de esto, llevar situaciones comunes y cercanas a la vida de la gente a su máxima expresión.
