El actor Hugh Grant y la productora de televisión Anna Eberstein, padres de tres hijos pequeños, sellaron ayer viernes su sólida historia de amor con una sencilla boda celebrada en un registro civil del distrito de Chelsea (Londres), todo un acontecimiento con el que la pareja ha puesto el broche de oro a un año que también les ha visto convertirse en familia numerosa.
“Todo el mundo parecía muy feliz y relajado, era evidentemente una ceremonia muy informal y solo estuvieron presentes sus familias y sus amigos más cercanos”, ha revelado una fuente al diario The Sun. “Estaban encantados y no dudaron en saludar a todos los que pasaban por la zona al tiempo que se divertían con los niños”, ha añadido el informante.
Como aseguran varios testigos presenciales al mismo periódico, el que fuera una de las grandes figuras del género de las comedias románticas optó para la ocasión por un elegante traje azul marino, mientras que su flamante esposa apareció en la oficina del registro luciendo un discreto conjunto de camisa y minifalda, complementado posteriormente con la sofisticada alianza de oro que el intérprete colocó en su dedo.
A día de hoy solo se conoce el nombre del primogénito del matrimonio, un niño de cinco años llamado John, ya que la pareja se niega de momento a desvelar el nombre de su segunda hija, de tres años, y el del bebé que llegó al mundo el pasado mes de marzo.
Lo que no ha trascendido aún es si los otros dos hijos que tiene el artista británico, Tabitha (6) y Felix (5) -fruto de su relación anterior con Tinglan Hong- también se encontraban presentes en el evento, un enlace que sin duda habrá cogido claramente desprevenidos a aquellos que todavía recuerdan las declaraciones que ofrecía, hace tres años escasos, Hugh Grant acerca de su visión sobre el matrimonio.
“Nunca he creído en el matrimonio. He visto muy pocos ejemplos a lo largo de mi vida, quizá cinco, que hayan funcionado, pero por lo general creo que estamos hablando de una receta perfecta para la miseria mutua”, explicaba en su momento.