El director de cine James Cameron que realizó más de 30 expediciones a los restos del transatlántico dio fuertes declaraciones sobre el submarino en el que murieron cinco personas.
James Cameron declaró que él estaba en un barco el domingo cuando el sumergible Titán desapareció, y no se enteró de la noticia hasta el lunes. Dijo que cuando supo que Titán había perdido comunicación sospechó que se trataba de una tragedia.
¿Qué dijo James Cameron sobre Titán?
“Sentí en los huesos lo que había ocurrido. Que fallara la electrónica del sumergible, su sistema de comunicación y su transpondedor de seguimiento al mismo tiempo, indicaba que ya no había nada que hacer”, puntualizó.
Agregó, “inmediatamente llamé a algunos de mis contactos de la comunidad de sumergibles a grandes profundidades. Al cabo de una hora tenía los siguientes datos. Estaban descendiendo. Estaban a 3.500 metros y se dirigían al fondo, a 3.800 metros”.
Y continuó explicando, “perdieron las comunicaciones y la navegación, y me dije al instante: no se pueden perder las comunicaciones y la navegación a la vez sin que haya sucedido algo extremadamente catastrófico o una gravísima catástrofe energética. Y lo primero que me vino a la mente fue que se había producido una implosión”.
La información que brindaron las autoridades durante la intensa búsqueda de Titán le pareció a James, “una farsa prolongada y de pesadilla en la que la gente iba de un lado a otro hablando de ruidos de golpes y de oxígeno y de todas esas cosas”, dijo a la BBC.
“Yo sabía que el submarino estaba exactamente debajo de su última profundidad y posición conocidas. Ahí es exactamente donde lo encontraron”.
Se ignoraron las advertencias de que el submarino era un riesgo
Cameron sostuvo que la empresa a la que pertencía Titán fue advertida y que no hicieron caso a las advertencias. “Ahora tenemos otro naufragio que se basa desgraciadamente en los mismos principios de no hacer caso a las advertencias. OceanGate fue advertida”.
“Tenía muchas sospechas sobre la tecnología que estaba usando OceanGate. No me hubiera subido a ese sumergible”, destacó.
“Me llama la atención la similitud con el desastre del Titanic, donde el capitán fue advertido repetidamente sobre la presencia de hielo frente a su barco, y, sin embargo, se lanzó a toda velocidad hacia un campo repleto de hielo en unanoche sin luna, causando la muerte de muchas personas”, declaró a ABC News. “Es simplemente asombroso que una tragedia similar, donde las advertencias fueron ignoradas, haya ocurrido en el mismo lugar exacto, con todas las inmersiones que tienen lugar en todo el mundo”.
“Algunos de los miembros más importantes de la comunidad de ingeniería especializada en buceo profundo, incluso escribieron cartas a la compañía, diciendo que lo que estaban haciendo era demasiado experimental para transportar pasajeros y que había la necesidad de una certificación”, dijo el canadiense sobre la compañía OceanGate.
El submarino que James Cameron inventó para bajar 33 veces al Titanic.
Como es bien sabido, James descendió a las profundades de los restos del Titanic y fue una de las primeras personas en realizar este tipo de inmersiones a las profundidades del mar.
El director de cine bajó por primera vez en 1995, llegó hasta los 3.821 metros y utilizó un submarino ruso bautizado como Mir que ahora esta fuera de servicio. En una entrevista con la revista Playboy en 2009, dijo que su motivación para hacer la película Titanic no era la historia de amor de los personajes, sino su deseo de bucear entre los restos del naufragio. “El Titanic era el Everest de los naufragios y como buzo, quería hacerlo bien. Cuando supe que otros tipos habían buceado en el Titanic para hacer una película IMAX, dije: ‘haré una película de Hollywood para pagar una expedición y hacer lo mismo’. Me encantó ese primer contacto y quise más”.
Más adelante en 2012, James Cameron descendió hasta el punto más profundo de la tierra con el submarino Deepsea Challenger, cuando dos de las batería del submarino estaban a punto de agotarse. “La brújula me daba errores, el sonar pasó a una mejor vida y por si fuera poco, dos de los tres propulsores de estribor ya no funcionaban. El submarino avanzaba muy desapacio y era muy difícil controtarlo”, contó.
El recorrido estaba calculado para realizarse en ocho horas, pero una corriente de agua atrapó la popa del sumergible provocando que se quedara atrapado en el fondo durante 16 horas, hasta que finalmente pudo salir.