La cantante Lisa Marie Presley (50), hija del inolvidable Elvis Presley, no ha tenido inconveniente alguno a la hora de reflexionar largo y tendido sobre la adicción a las drogas que experimentó hace cinco años en su última entrevista. Una dura lucha contra la dependencia y en ocasiones contra sí misma que, afortunadamente para ella, ha tenido un desenlace feliz gracias a la fuerza de voluntad que mostró desde que pidiera ayuda profesional para poder superarla. “Ha sido un proceso muy largo y he tenido que atravesar muchas dificultades. Lo cierto es que no era feliz. Batallaba contra una adicción que me vino con 45 años. “No es que fuera así toda mi vida. Y estoy orgullosa, de verdad que he cambiado mucho desde entonces. Tengo un terapeuta y siempre me dice: ‘Lo tuyo es un milagro, no sé cómo sigues viva’”, ha revelado la artista en el programa ‘Today’ de la televisión estadounidense.
No es perfecta
Lejos de caer en una excesiva autocomplacencia, la estrella de la música ha reconocido que, como el común de los mortales, no es ni mucho menos “perfecta” y que espera que su experiencia sirva de ejemplo a todos aquellos que a veces se sienten sobrepasados por esta clase de problemas y caen en un peligroso pesimismo. Por otro lado, y aunque ha preferido no hablar directamente de ello en su última aparición televisiva, la intérprete confesó recientemente que acumulaba cerca de 16 millones de dólares de deudas ligadas a la hipoteca de su casa del Reino Unido, así como unos 50.000 dólares en pagos efectuados con sus tarjetas de crédito, de lo que se desprende que la hija del rey del rock vive ahora una temporada difícil, si no en el plano estrictamente médico, al menos sí en el personal y financiero.