Al margen de los cuatro años que llevan juntos y de la solidez que desde el principio ha caracterizado su relación sentimental, la noticia de que elítico cantautor Neil Young y la afamada actriz Daryl Hannah habían contraído matrimonio el pasado fin de semana en una remota localidad de estado de California dejó profundamente sorprendida a la opinión pública debido a la ausencia de pistas, indicios o declaraciones que pudieran apuntar a semejante posibilidad. Cierto es que los dos enamorados siempre han hecho de su vida privada, y especialmente de aquellos aspectos que comparten como pareja, un templo inexpugnable tanto para sus propios seguidores como para los medios de comunicación, los cuales no han sido capaces más que de arañar alguna que otra anécdota de su vida en común en todo este período.
No obstante, los dos artistas consiguieron superarse una vez más -en lo que a aislarse del mundo se refiere- al lograr que su boda pasara completamente desapercibida para el gran público hasta que, varios días más tarde, la noticia acabó filtrándose a la prensa. A ello contribuyó, sin lugar a dudas, tanto el hecho de que eligieran para su enlace un pequeño pueblo, llamado San Luis Obispo, situado a unas cuatro horas en coche desde Los Ángeles, como la regla que impusieron a sus invitados para evitar que ningún teléfono móvil pudiera registrar detalle alguno tanto de la ceremonia como del banquete.
Neil Young quería una boda sin paparazzi
Como ha publicado ahora el diario The New York Post, en las invitaciones que la pareja envió a sus amigos y familiares -entre los que se encontraban personalidades como Joni Mitchell y Stephen Stills- quedaba perfectamente patente su deseo de que dejaran “los teléfonos móviles y las cámaras en el hotel” donde iban a alojarse, además de recomendarles que no se molestaran en preguntar a los responsables de dichos establecimientos información alguna sobre los detalles del evento, ya que estos no tenían conocimiento alguno sobre el tema.
Desde luego, todas las medidas y previsiones tomadas por los ya recién casados funcionaron a las mil maravillas y, por tanto, ambos pudieron disfrutar de uno de los días más importantes de su vida sin la incómoda presencia de paparazzi en los aledaños y ajenos a cualquier preocupación relacionada con su derecho a la intimidad. Tanto es así, que si en estos momentos se puede confirmar con total certeza que Neil Young y Daryl Hannah han iniciado un ilusionante matrimonio, esto se debe fundamentalmente a que el guitarrista Mark Miller, el cual ni siquiera asistió a la ceremonia, no dudó en felicitar a la pareja por su boda en las redes sociales tan pronto como se enteró de la misma a través de terceros.