Puede que la cantante Nicki Minaj (35) haya estado últimamente en boca de todos por la enemistad manifiesta que le une a su compañera de profesión Cardi B, la cual trató de golpearla con un zapato durante su tenso encuentro en una fiesta de Harper’s Bazaar, o por las críticas que ha venido lanzando al también rapero Travis Scott -novio de Kylie Jenner- por haberle arrebatado el número uno de las listas de ventas, a su juicio, con malas artes. Sin embargo, la propia intérprete se ha encargado ahora de dulcificar un poco su imagen y dejar su lado más polémico en un segundo plano al sincerarse sobre sus proyectos de futuro más personales, los cuales parecen pasar inevitablemente por sentar cabeza con un hipotético pretendiente, casarse y, por supuesto, debutar en la maternidad.
“Primero me tengo que casar y luego tendré un hijo. Creo que estoy más cerca de que eso ocurra de lo que mucha gente pueda pensar. Me encantan los niños y no quiero posponer la maternidad por mucho más tiempo”, ha asegurado la rapera de Trinidad y Tobago, a la que ahora se relaciona sentimentalmente con el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton, en conversación con la revista Wonderland. Como era de esperar, la estrella del hip hop no ha tenido más remedio que pronunciarse también sobre la mediática rivalidad que mantiene con Cardi en su entrevista con la mencionada publicación, la cual ha aprovechado fundamentalmente para justificar aquellas “bromas” que tanto enfurecieron a su enemiga y la llevaron a la confrontación física.
“Dios mío, todo se ha exagerado demasiado. Lo único que puedo decir es que hay gente que no entiende mi sentido del humor porque no están acostumbrados a ver a una mujer joven y negra en ese plan. Gente como Joan Rivers y Howard Stern hacen bromas similares y nadie le da tanta importancia, pero si vienen de una mujer negra y joven ya se asume que está enfadada y que tiene ganas de provocar”, ha reflexionado.