El patriarca del clan Jackson y antiguo manager del rey del pop lleva años lidiando con complicaciones derivadas de la diabetes que padece y de sus rumoreados problemas de demencia, pero parece que en la última semana ha experimentado un empeoramiento drástico que hace temer por su vida.
Según su hijo Jermaine, el cuarto de los diez vástagos que tuvo junto a su esposa Katherine, el anciano de 89 años se encuentra postrado en cama y a la espera de un desenlace que no se adivina demasiado lejos.
“Está muy, muy frágil; no le queda mucho tiempo. La familia necesita estar a su lado; ese es nuestro único deseo en estos últimos días”, asegura en declaraciones exclusivas al tabloide Daily Mail.
A la comprensible preocupación de sus retoños y su esposa, con quien siguió conviviendo durante gran parte de las últimas décadas pese a que en la práctica se separaron en los 70, se suma el hecho de que hasta hace unos días no habían podido visitarle.
Sus familiares no pueden verlo
Antes de empeorar Joe Jackson dio instrucciones precisas a su equipo de cuidadores y a su abogado para que impidiera a sus familiares el acceso a su historial médico, además de especificar que no quería ver a ningún visitante.
“Nadie sabía lo que estaba sucediendo. No deberíamos tener que suplicar y pelear para ver a nuestro padre, en especial en un momento como este. Estamos dolidos. Ni siquiera nos decían dónde estaba. Algunas personas de su círculo creen que hacen lo mejor para él... y no es así", alega Jermaine.
Finalmente, tras una reunión de emergencia entre los hermanos y una visita al mánager de Joe Jackson, Charles Coupet, su aún mujer, sus hijas Rebbie y Joh’Vonnie y su nieta Yashi Brown pudieron verle brevemente en Las Vegas (Nevada) este mismo martes.
Una semana antes Katherine y Rebbie le habían visitado en su casa de la ciudad, pero cuando regresaron a la mañana siguiente tras pasar la noche en un hotel, se encontraron con que Joe había sido trasladado a un centro médico cuya información no les facilitaron.
Joh’Vonnie Jackson, la hija que el anciano tuvo fruto de una aventura extramatrimonial que duró más de 25 años, tampoco ha tenido acceso a su padre pese a la estrecha relación que aún mantenían a día de hoy.