Cualquier persona con cierta fama y una presencia fuerte en las redes sociales se ha enfrentado en alguna ocasión a una polémica en dicha plataforma y Heidi Klum no es una excepción.
Desde los selfies que comparte en su perfil de Instagram, y que algunos consideran demasiado subidos de tono para una madre de cuatro retoños, a su filosofía educativa, incluso el motivo más insospechado es susceptible de convertirse en motivo de críticas.
Las últimas que le han dirigido a la top-model alemana han surgido a raíz de unas fotografías tomadas por los paparazzi a la salida de un restaurante al que había acudido a disfrutar de una agradable comida familiar.
Muchos se sorprendieron e indignaron al descubrir que las dos niñas de la celebridad -Leni, de 14 años, y Lou, de 8- lucían zapatos de tacón en dichas instantáneas, al considerar que se trataba de un accesorio poco adecuado para sus edades.
Fiel a su fuerte carácter y a su sinceridad absoluta, Heidi no ha evitado pronunciarse acerca de un tema tan delicado y que sabe que levanta ampollas, como todo lo relacionado con los distintos métodos de crianza.
La respuesta
“La gente se lo toma como algo personal si ven a mis hijas por la calle con tacones, en especial en Alemania. ¡Pues vaya!”, afirma la maniquí en una entrevista a la revista ELLE.
“Cuando vamos a un restaurante les gusta arreglarse para la ocasión. Para ellas resulta muy divertido. Qué hay de malo en que se tambaleen sobre sus piececitos durante los veinte pasos que separa el coche del restaurante. Mientras sean buenas niñas y sigan sacando buenas notas, pueden ponerse lo que quieran”, concluye.