La cantante Dulce murió a los 69 años de edad tras complicaciones de salud. De acuerdo con el periodista Javier Ceriani, la intérprete tenía creencias religiosas que impedían que fuera cremada.
La cantante deseaba ser enterrada en su natal Matamoros, Tamaulipas, junto a su madre, sin embargo, no se cumplió su última voluntad y cremaron su cuerpo.
Su hija Romina decidió cremar su cuerpo y tomó la decisión de no velar el cuerpo del cantante, por lo que únicamente fue trasladado a la funeraria para ser cremado y posteriormente, el 27 de diciembre, llevado a una misa en la Basílica de Guadalupe.
Según el yerno de la famosa, quien recogió las cenizas y las llevó al domicilio de la artista, sus restos reposan en su tierra natal, donde también descansan los restos de los papás de Dulce.
La entrada de las cenizas dentro de una urna en forma de corazón, provocaron el aplauso de la gente que llegó a despedirla.
Dulce creía en los santos y en su religión no está bien visto que se lleve a cabo la cremación tras la muerte de una persona. Javier explicó, “hay religiones que no creen en la cremación y hay que ver si Dulce creía religiosamente en que no debía ser cremada, porque hay religiones como la judía o la cabalá en la que no está bien vista la cremación”.