La Casita de las Sopas, el restaurante fundado por Carmen Salinas en 1998, cerró sus puertas definitivamente. Este anuncio se realizó a dos años de la muerte de la reconocida actriz, productora y política mexicana.
La decisión de cerrar el establecimiento la tomó su hija, María Eugenia Plasencia, quien heredó el negocio de su madre.
Una decisión difícil después la pandemia y la pérdida
María Eugenia Plasencia confirmó en una entrevista para el programa Ventaneando el cierre definitivo del restaurante, ubicado en la colonia Verónica Anzures en la Ciudad de México.
Según Plasencia, tras la reapertura del restaurante después de la pandemia, los ingresos no fueron los mismos. Además, los gastos del establecimiento aumentaron considerablemente, lo que influyó en la decisión.
También expresó que el fallecimiento de su madre y las dificultades económicas tras la pandemia impactaron profundamente en el funcionamiento del restaurante. Además, manifestó su deseo de dedicarse a otras actividades, incluyendo el arreglo de su casa y la casa de Carmen Salinas.
El legado de La Casita de las Sopas
Durante su funcionamiento, La Casita de las Sopas fue conocida por su amplia variedad de sopas y platillos mexicanos ofrecidos a precios accesibles. El restaurante también se destacó por su servicio de mixología y menús especiales en fechas importantes como el día de la Independencia y Navidad. Era un lugar de encuentro popular entre amigos y conocidos de la productora de “Aventurera”.
Un ciclo se cierra
María Eugenia Plasencia planea arreglar su casa y la de su madre para poder rentarlas. El local donde funcionaba La Casita de las Sopas será rentado como restaurante, marcando el fin de una era para el negocio familiar.
El cierre de La Casita de las Sopas simboliza el fin de un ciclo que Carmen Salinas y su familia dedicaron con cariño y esfuerzo. El restaurante fue más que un negocio, también era un espacio de reunión y celebración de la cultura culinaria mexicana.