La reconocida actriz mexicana, Renata Flores, falleció este viernes 9 de febrero de 2024 a los 74 años de edad en La Casa del Actor, un hogar de retiro para miembros del gremio actoral. Deja tras de sí un legado de emblemáticos personajes en el mundo de las telenovelas.
Su carrera, que abarcó desde los años 60 hasta inicios del siglo XXI, la posicionó como una de las villanas más recordadas de Televisa, especialmente por su papel en producciones como “Chispita” y “Rosa Salvaje”.
Renata, una vida dedicada a la actuación
Renata Flores nació en la Ciudad de México en 1949. Inició su carrera artística en 1964 como cantante de rock and roll, grabando canciones como “Mi novio Juan” y “Mi novio esquimal”.
Sin embargo, fue su transición a la actuación la que marcó su carrera profesional. Tras una breve etapa en el teatro experimental, Flores encontró su verdadera vocación en la televisión, donde destacó por su capacidad para encarnar a personajes antagónicos con una intensidad que cautivaba a los espectadores y le valieron el reconocimiento del público como una de las actrices más populares de la época.
Durante las décadas de 1980 y 1990, Flores se consolidó como una figura prominente en la industria televisiva mexicana. Su habilidad para interpretar a villanas en telenovelas como “Chispita” y “Mi querida Isabel” la convirtieron en una de las actrices más queridas y respetadas por el público y sus colegas.
Su colaboración con productores destacados, como Valentín Pimstein, le permitió participar en proyectos de gran éxito que dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva.
En 1967 debutó como actriz en la telenovela “Gente sin historia”. A partir de entonces, participó en numerosas producciones televisivas, incluyendo “Juventud divino tesoro”, “Barata de primavera”, “Marcha nupcial” y, por supuesto, “Rosa Salvaje”.
Una batalla contra la adversidad
A pesar de su exitosa carrera, la vida personal de Flores experimentó un giro dramático al revelarse que, en el año 2021 vivía en condiciones de calle, situación que contrastaba profundamente con los años de brillo en la pantalla.
La comunidad y vecinos de la Colonia Narvarte en la Ciudad de México se movilizaron para brindar apoyo tras descubrir que la actriz residía en su automóvil debido a problemas económicos y de salud.
La respuesta solidaria de fans y colegas permitió que Flores fuera rescatada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y trasladada a La Casa del Actor, donde recibió atención médica y apoyo para mejorar su calidad de vida. Este gesto refleja el cariño y el respeto que la actriz generó a lo largo de su carrera, no solo por su talento en la pantalla, sino también por su carisma y humanidad.
La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo del espectáculo mexicano. Amigos y colegas de la actriz la despidieron con cariño y destacaron su talento y profesionalismo.
Ahora fue el turno de mi queridísima Renata Flores emprender el vuelo y convertirse en luz.
— Laura Zapata (@LAURAZAPATAM) February 9, 2024
Mis condolencias a quien la quería y recordará con cariño.
QEPD la buena Renata 💐💐💐 pic.twitter.com/EnF7MVKTM6
Renata Flores deja un legado imborrable en la historia de la televisión mexicana. Sus personajes antagónicos quedarán grabados en la memoria del público por su fuerza y su histrionismo.