A día de hoy Megan Fox y Brian Austin Green forman una de las parejas más estables de la meca del cine, a excepción de una breve separación en 2015 que duró solo unos meses y que concluyó al poco de que anunciaran que estaban esperando su tercer retoño en común. Sin embargo, su historia de amor podría haber llegado a no suceder nunca, ya que en un primer momento, cuando coincidieron en un set de rodaje en 2004, él no estaba en absoluto interesado en iniciar una nueva relación sentimental y mucho menos con alguien que era poco más que una adolescente. “Por aquel entonces ella estaba trabajando en la serie ‘Hope & Faith’ en Nueva York, con Kelly Ripa y Faith Ford. A mí me contrataron para uno de los episodios y ahí fue cuando conocí a Megan, que era todavía muy joven. En un principio yo tenía muy claro que no iba a suceder nada entre nosotros, de ninguna manera, y me marché. Pero gracias a Dios ella fue muy insistente”, ha recordado Brian en una entrevista al podcast ‘KFC Radio’.
Los planes del intérprete pasaban por disfrutar a fondo de su soltería cuando su futura esposa -que aún no se había convertido en una estrella internacional gracias a la saga ‘Transformers'- se cruzó en su camino, pero eventualmente se dio cuenta de que sus sentimientos hacia Megan eran más fuertes de lo que pensaba cuando ella le anunció que iba a empezar a ver a otras personas si no se decidía a dar un paso más en su romance. “Fue en ese preciso momento cuando me di cuenta de que, j**er, nuestra situación debía de importarme mucho más de lo que creía si la idea de que ella saliera con otro me hacía tanto daño. Y... el resto es historia. Llevamos juntos quince años”, ha concluido.