La relación entre las estrellas de la Época de Oro del cine mexicano y sus madres ha sido siempre un tema de admiración y curiosidad. Este 10 de mayo, al celebrar el Día de las Madres, recordamos las conexiones profundas que estas figuras icónicas compartieron con sus progenitoras, quienes jugaron un papel fundamental en sus vidas tanto personal como profesionalmente.
María Félix y Josefina Güereña Rosas
María Félix, conocida como “La Doña”, mantuvo una relación especial con su madre, Josefina Güereña Rosas. Nacida en España, Josefina fue una mujer católica educada en un convento en Los Ángeles. Doña Josefa inculcó valores como la disciplina y el respeto a su hija, quien la consideraba su “gigante en la vida”.
María cuidó de su madre durante 12 años en su casa de Polanco hasta su fallecimiento en 1971. Un incidente marcó profundamente a María cuando, al despedirse de su madre, Josefina le dejó una marca en la frente mientras le daba la bendición, lo que María describió como una cicatriz que la acompañaría siempre, pues esa misma noche su madre falleció.
La relación entre ambas estuvo marcada por el amor y la admiración mutua. María Félix siempre recordaba a su madre como una figura inspiradora que le enseñó la importancia de la fortaleza y la independencia.
Las mujeres de la familia Félix-Güereña, aquí visitando a María en su departamento de casada en Guadalajara a mediado de los años 30’s. La señora Josefina Güereña Rosas flanqueada por sus hijas María Eugenia y Ana María del Sacramento.
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Jorge Negrete y Doña Emilia Moreno Anaya
Jorge Negrete, el “Charro Cantor”, tuvo como madre a Doña Emilia Moreno Anaya, quien nació en León, Guanajuato. Se casó con David Negrete Fernández cuando tenía 18 años, y procrearon seis hijos, siendo Jorge el segundo.
Doña Emilia fue testigo del ascenso a la fama de su hijo y lo apoyó incondicionalmente en su carrera artística.
A pesar del éxito de Jorge, Doña Emilia siempre mantuvo los pies sobre la tierra y le inculcó valores como la humildad y la sencillez. Tras la trágica muerte del Charro Cantor en 1953, Doña Emilia quedó profundamente afectada, pero siempre guardó un cariñoso recuerdo de su hijo hasta su muerte a los 74 años.
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Pedro Infante y Refugio Cruz Arana
Pedro Infante, uno de los ídolos más queridos de México, era extremadamente cercano a su madre, Refugio Cruz Arana, conocida cariñosamente como Doña Cuquita o Doña Cuca. Nació en Sinaloa y se casó con Delfino Infante, con quien tuvo 14 hijos.
Costurera de profesión, Cuquita era a menudo vista visitando a Pedro en sets de filmación y estudios, para llevarle su comida favorita.
La relación entre Pedro Infante y su madre era entrañable. Doña Cuca era su confidente y su mayor admiradora. Tras la inesperada muerte de Pedro Infante en un accidente aéreo en 1957, Doña Cuca quedó devastada y su salud se deterioró rápidamente. Falleció un año después, víctima de un infarto.
El ídolo de México Pedro Infante en compañía de su madre María del Refugio Cruz Aranda, mejor conocida como “Cuquita”. Doña Refugio tuvo en total 14 hijos! Uno de sus hijos preferidos fue Pedro, a quien le preparaba sus guisados favoritos y se los llevaba personalmente a los… pic.twitter.com/oTQSluEeuU
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Silvia Pinal y María Luisa Hidalgo Aguilar
Silvia Pinal, otra grande del cine mexicano, tuvo una madre que enfrentó desafíos considerables. María Luisa Hidalgo Aguilar se convirtió en madre soltera a los 15 años y, a pesar de las dificultades, decidió criar a su hija sola.
Con el tiempo, María Luisa se casó con Luis G. Pinal, quien adoptó a Silvia. Doña María Luisa trabajó arduamente para sacar adelante a su familia e inculcó en Silvia valores como la perseverancia y la determinación. Gracias a su apoyo, Silvia Pinal pudo convertirse en una de las figuras más importantes del cine mexicano.
María Luisa apoyó a Silvia en su carrera, acompañándola en viajes al extranjero y disfrutando de los éxitos de su hija hasta el final de sus días.
Las madres de estas estrellas de la Época de Oro del cine mexicano fueron pilares fundamentales en sus vidas. Su amor, apoyo y enseñanzas fueron claves para el éxito que alcanzaron. Estas relaciones reflejan un aspecto más íntimo y personal de figuras que, a pesar de su fama, valoraron profundamente el vínculo familiar con sus madres.
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