Una de las versiones que circulan en redes sociales sobre la personalidad de Ellen DeGeneres, es la petición a sus empleados de no mirarla a los ojos cuando hablaban con ella.
La reunión que Ellen DeGeneres mantuvo este lunes con los empleados de su programa de televisión a través de una videollamada no solo ha servido para que se disculpara con ellos por las dinámicas tóxicas que permitió que se dieran durante años tanto en el plató como entre bambalinas, sino también para aclarar ciertas informaciones que habían venido circulando entorno a su persona.
Uno de los puntos sobre los que se hacía hincapié en los artículos publicados por BuzzFeed, que recopilaban testimonios acerca del acoso con tintes sexistas y racistas y del trato denigrante que habrían soportado los trabajadores, era que la estrella del talk-show no permitía que nadie la mirara directamente a los ojos.
Esa afirmación ha pillado completamente por sorpresa a la presentadora, que no estaba al corriente de que todo el mundo -menos las celebridades invitadas, por supuesto- recibía instrucciones precisas de no dirigirse a ella si la veían por los pasillos del estudio de grabación.
“No sé de dónde ha surgido eso”, le habría asegurado Ellen a su actual plantilla, según afirma ahora el portal Page Six. “Por favor, hablen conmigo. Mírenme a los ojos. Es una locura, nada de eso es cierto, no sé cómo ha podido circular una historia así. Yo no soy así".
La investigación interna que abrió la compañía Warner Media -propietaria de la distribuidora del programa, Warner Bros. Television- en colaboración con una firma externa para aclarar qué hay de cierto en todas esas acusaciones le ha costado por el momento el puesto a tres de los productores ejecutivos: Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman.
El primero de ellos había salido hace unas semanas en defensa de Ellen para aclarar que ella no estaba involucrada en los aspectos prácticos del día a día del espacio que lleva su nombre.