En un reciente juicio en Nueva York, la empresa de producción de Robert De Niro, Canal Productions, fue condenada a pagar 1.2 millones de dólares a su exasistente, Graham Chase Robinson, por discriminación sexual.
La sentencia, que concluyó un proceso legal de dos semanas, resalta una serie de acusaciones y defensas en un caso que involucra a una de las figuras más destacadas de Hollywood.
Las acusaciones contra Robert De Niro
De Niro, de 80 años, enfrentó acusaciones severas por parte de Robinson, quien fue su asistente durante una década. El jurado consideró a Canal Productions, la empresa del actor, responsable por discriminación de género y represalias.
Curiosamente, Robinson fue absuelta de cualquier irregularidad financiera durante sus 11 años de trabajo con De Niro.
La historia de este litigio comenzó en 2019 cuando De Niro y Chase Robinson se demandaron mutuamente. El juicio se llevó a cabo en Nueva York desde el 30 de octubre, con un veredicto que se entregó antes de lo esperado.
El actor, conocido por su papel en “Toro salvaje”, no estuvo presente en la corte el día de la sentencia, pero Robinson sí, mostrándose complacida con el resultado.
Robinson, quien comenzó a trabajar con De Niro en 2008 y eventualmente ascendió a vicepresidenta de Canal Productions, relató durante el juicio una serie de situaciones que describió como discriminatorias y humillantes.
Según su testimonio, De Niro le asignó tareas estereotípicamente femeninas y mantenía un comportamiento abusivo hacia ella. La exasistente demandó originalmente 12 millones de dólares, argumentando un severo daño emocional que le impide encontrar empleo y tener una vida social normal.
Por su parte, De Niro negó las acusaciones de abuso. Admitió haber regañado a Robinson en ocasiones, pero negó cualquier actitud discriminatoria. La defensa del actor también destacó que él no fue acusado personalmente, sino su empresa. Además, se mencionó que Robinson había sido ascendida y su salario triplicado, sugiriendo una relación laboral beneficiosa.
A pesar del resultado de este proceso legal, la defensa de De Niro se congratula por no haber tenido que pagar la suma total demandada; el veredicto del jurado representa un hito significativo en casos de discriminación de género en la industria del entretenimiento.